domingo, 2 de marzo de 2014

Los Elementales (Parte II) FINAL




La razón porque no podemos ver estas entidades astrales es porque son transparentes como el aire. No podemos ver el aire a menos que hagamos humo, y aun en ese caso no vemos el aire mismo, sino el humo que es llevado por el aire. Pero podemos sentir el aire cuando se mueve, y podemos también en ocasiones sentir la presencia de tales entidades, si son bastante densas para ser sentidas.

Además, el objeto de nuestros sentidos es percibir los objetos que existen en el plano para el cual esos sentidos están adaptados, y por lo mismo los sentidos físicos existen con el objeto de ver cosas físicas, y los sentidos del hombre interior son para ver las cosas del alma.

Cuando los sentidos externos están inactivos, los sentidos interiores pueden despertar a la vida, y podemos ver los objetos del plano astral como vemos las cosas en un sueño. Hay también algunos venenos por los cuales la actividad orgánica del cuerpo se puede  suprimir por algún tiempo, y la conciencia del hombre interior hacerse más activa, y la cual, por lo mismo, nos puede hacer ver las cosas del plano astral. Pero tales venenos destruyen la razón y son muy dañosos a la salud. En las fiebres, delirios, etc., se pueden ver también estas cosas. Algunas de ellas pueden ser creaciones de la mente del paciente, otras pueden haber sido creadas por la imaginación mórbida de otra persona, como ya se dijo.
           
Pero si estas entidades son invisibles bajo condiciones normales para el ser humano, puede ser muy bien percibidas por un Elementario humano, que exista conscientemente en su plano. Los caracteres humanos depravados pueden, después de la muerte, tomar las formas animales y monstruos, a los que se parecieron por sus malos pensamientos. La forma es sólo una apariencia que representa un carácter, y el carácter da impresión a la forma. Si el carácter de una persona es completamente malo, hará que la forma astral sea horrible. Por esta razón las almas de los depravados puede aparecer en formas animales. 
           

El espíritu puro no tiene forma: es sin forma como los rayos del sol. Pero así como éstos hacen que los elementos de la materia se desarrollen en plantas, igualmente las substancias del alma pueden convertirse en seres con formas, por medio de la acción de los rayos espirituales. Hay espíritus buenos y espíritus del mal; espíritus planetarios y ángeles. Hay los espíritus de los cuatro elementos, y hay muchos miles de clases diferentes.
           

"Cada niño, al nacer, recibe un espíritu familiar o genio, y estos espíritus instruyen algunas veces a sus discípulos aun desde su más tierna edad. Muchas veces les enseñan a hacer cosas extraordinarias. Hay en el universo un número incalculable de tales genios, y podemos aprender de ellos todos los misterios del Caos, a causa de que están en relación con el Misterio Magno. Estos espíritus familiares son llamados Flage.
           

Hay varias clases de Flage, y hay dos modos por los que podemos obtener conocimiento de ellos. Uno es haciéndose visibles para poder hablar con nosotros; el otro es ejerciendo una influencia invisible en nuestra mente. El arte de la Nectromancia  hace que el hombre perciba cosas interiores, y no hay misterio tocante al ser humano que no se pueda conocer por este arte, y al Flage se le puede hacer que lo revele o por persuasión o por la fuerza de la voluntad, porque el Flage obedece a la voluntad del hombre por la misma razón que un soldado obedece la voluntad del que manda, o un inferior obedece a su superior, aunque éste pueda ser físicamente más fuerte que el primero. Se puede hacer que el Flage aparezca visiblemente en un espejo de Beryll, en un pedazo de carbón o un cristal, etc., y no sólo se puede ver al Flage sino también a la persona a quien pertenezca, y todos sus secretos pueden ser conocidos. Y si no es posible hacerles que se aparezcan, entonces tale secretos se pueden saber por comunicación de pensamiento o por signos, visiones alegóricas, etc. 

Con la ayuda  de estos Flages se puede hallar tesoros ocultos y las cartas cerradas se pueden leer, a pesar de lo oculto que se hallen para la vista, porque la apertura de la vista interior quita el velo de la materia. Las cosas que han sido sepultadas se pueden hallar de ese modo, las robadas recobrarse, etc.

El Flage puede revelarnos sus secretos tanto buenos como malos, en nuestros sueños. El que obtiene conocimiento del espíritu lo obtiene de su padre; el que conoce a los Elementales se conoce a sí mismo; el que comprende la naturaleza de los elementos sabe como está construido el Microcosmo. Los Flage son los espíritus que instruyeron al género humano en las artes y ciencias en los tiempos antiguos, y sin ellos no habría seguramente ni ciencia ni filosofía ninguna en el mundo" .
           

"En la práctica de la divinación por sortilegio, etc., el Flage guía la mano. Tales artes no son ni de Dios ni del diablo, sino que son el Flage. Las ceremonias que de costumbre se usan en estas ocasiones son mera superstición, y han sido inventadas para dar a tales ocasiones un aire de solemnidad. Los que practican ese arte ignoran ellos mismos con frecuencia las leyes que lo gobiernan, y puede atribuir los resultados obtenidos a las ceremonias, y confunden erróneamente sus supercherías con la cosa esencial".
           

Respecto a la confianza que se pueda tener en las revelaciones de los seres invisibles, Paracelso dice: "A los malos espíritus les gusta hacer caer a los hombres en error, y por lo mismo sus profecías son generalmente falsas y sus predicciones basadas en engaño.

Dios hizo a los espíritus mudos, para que no puedan decirlo todo tan claramente al hombre que éste no necesite usar su razón para evitar cometer errores. Los espíritus no deben instruir al hombre, pero no siempre obedecen ese mandato. Por esta razón con frecuencia guardan silencio cuando su informe es más necesario y muchas veces hablan falsedades cuando más importa saber la verdad". Esta es la causa de que tantas cosas que han dicho los espíritus hayan sido mentiras e ilusiones, y algunos espíritus mienten muchísimo más que otros. Pero puede suceder que tal vez de doce predicciones hechas por tales espíritus una accidentalmente salga cierta, y en este caso los ignorantes no se fijarán en que las otras once fueron falsas, sino que estarán prontos para creer todo lo que tales espíritus puedan decir.

"Estos espíritus enseñan con frecuencia a las personas que tratan con ellos, a practicar ciertas ceremonias, a decir ciertas palabras y nombres en que no hay ninguna significación, y todo esto lo hacen para divertirse, y tener algún pasatiempo a costa de las personas crédulas. Rara vez son los que pretenden ser; aceptan nombres, y uno usará el nombre de otro, o pueden asumir la máscara y modo de obrar de otro. Si una persona tiene tal espíritu, que pertenezca a una clase mejor, puede ser un buen decidor de la buenaventura; pero el que tiene un espíritu mentiroso no oirá sino mentiras, y, en general, todos estos espíritus en su clase se sobrepasan mutuamente en engaños y mentiras" (Filosofía Sagaz").
           

"El hombre es un instrumento por el cual los tres mundos - el espiritual, el astral y el elementario - están obrando. En él hay seres de todos estos mundos, racionales y no racionales, criaturas inteligentes y sin inteligencia. Una persona sin conocimiento ni gobierno propio, obra impulsado según la voluntad de estas criaturas; pero el verdadero filósofo obra conforme a la voluntad del Supremo Ser, el Creador, que está en él. Si los amos a quienes el hombre obedece son locos, ellos, sus siervos, también obrarán locamente. Es cierto que cada uno  cree que él es el amo y señor y que hace lo que quiere; pero no ve al engañador que está dentro de él, el cual es su amo, y en quien él mismo viene a ser un engañado". ("De Meteoris.")
           

Hay otra clase de espíritus, los Sagane o Espíritus Elementales de la Naturaleza. Paracelso dice tocante a sus cuerpos lo siguiente: "Hay dos clases de carne. Una que viene de Adam, y otra que no viene de Adam. La primera es material y grosera, visible y tangible para nosotros; la otra no es tangible y no está hecha de tierra. Si un hombre que desciende de Adam, quiere pasar por una pared, tiene primero que hacer un agujero en ella; pero un ser que no desciende de Adam, no necesita hacer ningún agujero o puerta, sino que puede pasar por la materia que nos parece sólida, sin causarle ningún daño. Los seres que no han descendido de Adam, lo mismo que los que de él han descendido, están organizados y tienen cuerpo substanciales; pero hay tanta diferencia entre la substancia que compone sus cuerpos, como la que hay entre la Materia y el Espíritu. Sin embargo, los Elementales no son espíritus, porque tienen carne, sangre y huesos; viven y propagan su  especie, comen y hablan, obran y duermen, etcétera, y por consiguiente no pueden  propiamente ser llamados "espíritus".


Son seres que ocupan un lugar entre los hombres y los espíritus, pareciéndose a los hombres y mujeres en su organización y forma, y pareciéndose a los espíritus en la rapidez de su locomoción. Son seres intermediarios, o Composita, formados de dos partes en una; lo mismo que dos colores mezclados parecerán como un color, no pareciéndose a ninguno de los dos originales.

Los Elementales no tienen principios superiores; por lo mismo no son inmortales, y cuando mueren, perecen como los animales. Ni el agua ni el fuego puede dañarles, y no pueden ser encerrados en nuestras prisiones materiales. Están, sin embargo, sujetos a enfermedades. Sus costumbres, acciones, formas, maneras de hablar, etc., no son muy diferentes a las de los seres humanos pero hay muchísimas variedades. Tienen sólo intelecto animal, y son incapaces de desarrollo espiritual". ("Lib. Filos." II.)
           

"Estos espíritus de la naturaleza no son animales; tienen razón y lenguaje como el hombre; tienen mente, pero no alma espiritual. Esto puede parecer extraño e increíble; pero las posibilidades de la naturaleza no están limitadas por el conocimiento que el hombre y la sabiduría de Dios es insondable. Tienen hijos, y éstos son como ellos. El hombre está hecho a la imagen de Dios y se puede decir que ellos están hechos a la imagen del hombre; pero el hombre no es Dios, y los espíritus elementales de la naturaleza no son seres humanos, aunque se parecen al hombre. Pueden enfermar y mueren como animales. Sus costumbres se parecen a las de los hombres, trabajan y duermen, comen, beben y hacen sus vestidos, y así como el hombre está más cerca de Dios, así ellos están más cerca del hombre". (Lib. Filos." II )
           

"Viven en los cuatro elementos: las Ninfas en el agua, las Sílfides en el aire, los Pigmeos en la tierra, y las Salamandras en el fuego. Son llamados también Ondinas, Silvestres, Gnomos, Vulcanos, etc. Cada especie se mueve únicamente en el elemento a que pertenece, y ninguno de ellos puede salir de su elemento propio, que es para ellos como el aire es para nosotros, o el agua para los peces, y ninguno de ellos puede vivir en el elemento que pertenece a otra clase. Para cada ser elemental, el elemento en que vive es transparente, invisible y respirable, como la atmósfera lo es para nosotros".
           

"Las cuatro clases de espíritus de la naturaleza no se relacionan entre sí; los Gnomos no se comunican con las Ondinas o  Salamandras, ni los silvestres con ninguna de aquéllas. Así como los peces viven en el agua que es su elemento, así cada ser vive en su propio elemento. Por ejemplo, el elemento en que el hombre respira y vive es el aire; pero para las Ondinas el agua es lo que el aire para nosotros, y si nos sorprendemos de que estén en el agua, también ellas se pueden sorprender de que estemos en el aire. Así pues, el elemento de los Gnomos es la tierra, y pasan por las rocas, paredes y piedras como un espíritu, porque tales cosas no son para ellos más grandes obstáculos de lo que el aire es para nosotros.

En el mismo sentido el fuego es el aire en que las Salamandras viven; pero los Silvestres o Sílfides, son los que están en más cercana relación con nosotros; porque viven en el aire como nosotros; porque viven en el aire como nosotros, se ahogarían si estuviesen bajo el agua, se sofocarían en la tierra y se quemarían en el fuego, porque cada ser pertenece a su propio Caos  y muere si es transportado a otro. Si ese Caos es denso, los seres que viven en él son sutiles, y si el Caos es sutil, los seres son densos. Por lo mismo tenemos cuerpos densos para que podamos pasar por el aire sin impedimento, y los Gnomos tienen forma sutiles, para que puedan pasar por las rocas. Los hombres tienen sus jefes y autoridades; las abejas y hormigas sus reinas, los gansos y otros animales sus guías también, y lo mismo los espíritus de la naturaleza tienen sus reyes y reinas. Los animales reciben su vestido de la naturaleza; pero los espíritus de la naturaleza lo preparan por sí mismos.

La omnipotencia de Dios no está limitada a cuidar sólo al hombre, sino que se extiende a cuidar también de los espíritus de la naturaleza y de muchas otras cosas de que los hombres no saben nada. Todos estos seres, ven el sol y el firmamento lo mismo que nosotros, porque cada elemento es transparente para los que viven en él. Así pues, el sol brilla a través de las rocas para los Gnomos, y el agua no impide a las Ondinas ver el sol y las estrellas; tienen sus primaveras e inviernos, y su "tierra" les produce frutos; porque cada ser vive del elemento de que ha brotado". ("Lib.Filos." II )
          

  "Con respecto a la personalidad de los Elementales, se puede decir que los que pertenecen al elemento del agua se parecen a los seres humanos de ambos sexos, los del aire son más grandes y más fuertes ; las Salamandras son largas, delgadas y secas; los Pigmeos o Gnomos, son de dos palmos de estatura, pero pueden extender o alargar sus formas hasta que parezcan como gigantes. Los Elementales del aire y el agua, las Sílfides y Ninfas, son de bondadosa disposición para con el hombre; las Salamandras, no se le puede asociar a causa de la naturaleza ígnea del elemento en que viven, y los Pigmeos son generalmente de naturaleza maliciosa. Estos construyen casas, bóvedas y edificios de extraño aspecto con ciertas substancias semi - materiales desconocidas para nosotros. Tienen una clase de alabastro, mármol, cemento, etcétera; pero estas substancias son tan diferentes de las nuestras como la tela de una araña es diferente de nuestro lino. Las Ninfas tienen sus residencias y palacios en el agua; las Sílfides y Salamandras no tienen moradas fijas.

En general, los Elementales aborrecen a personas presuntuosas y obstinadas, tales como los dogmáticos, científicos, borrachos y glotones, lo mismo que a los pendencieros y gentes vulgares de todas clases; pero aman a los hombres naturales, que tienen mente sencilla y son como los niños, inocentes y sinceros; mientras menos vanidad e hipocresía haya en el hombre, más fácil les será acercarse a él; pero si es lo contrario, son tan reservados y huraños como los animales silvestres".
           

El hombre vive en los elementos exteriores, y los Elementales en los interiores. Tienen habitaciones y vestido, métodos y costumbres, lenguaje, lenguaje y gobierno propios, en el mismo sentido que las abejas tienen sus reinas y los rebaños de animales su jefe. Algunas veces se les ve bajo diversas formas. Las Salamandras han sido vistas como bolas o lenguas de fuego corriendo en los campos o apareciendo en las casas. Ha habido casos en que las ninfas han adoptado la forma humana, vestido maneras, y han entrado en unión con el hombre. Hay ciertas localidades en que gran número de Elementales viven juntos, y ha ocurrido que un hombre haya sido admitido en su comunidad y haya vivido con ellos por algún tiempo, y que se hayan hecho visibles y tangibles para él.
           

"Los ángeles son invisibles para nosotros; pero sin embargo un ángel puede aparecer a nuestra vista espiritual, e igualmente el hombre es invisible a los espíritus de la naturaleza,
y lo que las Ondinas saben de nosotros es para ellas simplemente lo que los cuentos de duendes son para nosotros.

Las Ondinas se aparecen al hombre, pero no el hombre a ellas. El hombre es denso en el cuerpo y sutil en el Caos (plano astral) y aparecérsele, permanecer con él, casarse y concebir hijos de él. Así pues, una Ondina puede casarse con un hombre, hacerle casa, y sus hijos serán seres humanos y no Ondinas, porque reciben un alma humana del hombre, y además la Ondina misma recibe por esto el germen de la inmortalidad. El hombre está ligado a Dios por medio de su alma espiritual, y si una Ondina se une al hombre, vendrá a ser por esto ligada a Dios. Así como una Ondina sin su unión con el hombre muere como un animal, igualmente el hombre es como un animal si destruye su unión con Dios".
           

"Por lo mismo las Ninfas están ansiosas de unirse con el hombre; procuran hacerse inmortales por medio de él. Tienen mente e intelecto como el hombre, pero no el alma inmortal, como la que hemos obtenido por el Cristo. Pero los espíritus de la tierra, el aire y el fuego, rara vez se casan con un ser humano. Pueden, sin embargo, apegársele y entrar a su servicio. No se debe suponer que son nada aéreo o simplemente espectros o apariencias; son de carne y sangre, sólo que más sutiles que el hombre (esto es, de la substancia de la mente)".
           

"Las Ninfas algunas veces salen del agua y se las puede ver sentadas en la orilla cerca de donde viven, y lo mismo que los Gnomos tienen un lenguaje como el hombre; pero los espíritus de los bosques son más huraños y no hablan nada, aunque pueden hablar y son muy hábiles. Las Ninfas aparecen con forma humana y vestido; pero los espíritus del fuego son de forma ígnea. Usualmente no se hallan en compañía de los hombres, pero cohabitan con viejas, tales como las brujas, que algunas veces son obsesadas por el diablo. Si un hombre tiene una Ninfa por esposa, cuídese de no ofenderla mientras está cerca del agua, pues en tal caso volverá a su elemento 23; y si alguno tiene un Gnomo por criado, séale fiel, porque cada uno tiene que ser obediente para con el otro; si cumplís vuestro deber para con él, él lo cumplirá con vosotros. Todo esto está en el orden divino de las cosas y será manifiesto a su debido tiempo; de modo que entonces podremos ver lo que ahora parece casi increíble". ("Lib. Filos.II")
           

En las leyendas de los santos se hace alusión a los Espíritus Elementales de la Naturaleza llamándolos muchas veces "diablos", nombre que no merecen; porque hay Elementales buenos tanto como malos; pero aunque pueden ser muy egoístas, no han desarrollado ningún amor por el mal absoluto, porque sólo tienen almas mortales, pero no esencia espiritual que los haga inmortales.
          

  Además de las almas astrales que hay en el hombre y los Espíritus Elementales de la Naturaleza, hay otros muchos espíritus nacidos dentro del alma madre (la voluntad e imaginación de la naturaleza); y así como la mente del hombre puede crear monstruos, y el hombre puede pintar sus imágenes en el lienzo, o esculpirlas en piedra o madera, igualmente el poder universal  de la voluntad crea monstruos en la luz astral, y puede arrojar sus sombras en el mundo físico de las apariencias, haciéndose objetivas en cuerpos sobre la tierra. Algunas de ellas son de corta vida y otras vivirán hasta el día de la disolución de todas las cosas.

"Todos sabemos que un hombre puede cambiar su carácter en el curso de su vida, de modo que al fin llegue a ser una persona muy diferente de lo que era antes; y así toda criatura que tenga voluntad puede cambiar y hacerse sobrenatural o contranatural, esto es, diferente de lo que normalmente pertenece a su naturaleza. Muchas de las lumbreras de la iglesia, que ahora se pavonean llenas de joyas y diamantes, parecerán dragones y gusanos cuando el cuerpo humano en que están ahora enmascarados haya desaparecido cuando llegue la muerte". (Lib. Filos. IV")
           

"Hay también Sirenas; pero son simplemente una clase de peces monstruos; pero hay dos clases más de espíritus, relacionados con las Ninfas y Pigmeos, a saber: los Gigantes y los Enanos. Esto no puede ser creído, pero debe recordarse que el principio del conocimiento divino es que la luz de la naturaleza ilumine al hombre, y que por esta luz conozca todas las cosas de la naturaleza por medio de la luz interior. Los Gigantes y Enanos son monstruos, estando en relación con los Silvestres y Gnomos en el mismo sentido que las Sirenas están relacionadas con las Ondinas. No tienen alma (espiritual), y pueden mejor ser comparados a monos que a serse humanos. Estos espíritus son con frecuencia los guardianes de los tesoros ocultos".
           

"Tales cosas pueden ser negadas por el sabio mundanal; pero al fin del mundo, cuando todas las cosas serán reveladas, entonces también se verán avergonzados y corridos los llamados "doctores" y "profesores", que fueron grandes en su ignorancia; entonces se verá quiénes fueron los verdaderamente instruidos en el fundamento de la naturaleza, y cuáles los instruidos simplemente en charla vacía. Entonces conoceremos a los que han escrito conforme a la verdad, y los que han enseñado según su fantasía; y cada uno recibirá lo que merezca. No habrá entonces doctores ni magistrados, y los que están haciendo ahora mucho ruido estarán entonces muy callados; pero los que hubieren recibido la verdadera inteligencia serán felices. Por lo mismo recomiendo que mis escritos sean juzgados en aquel tiempo cuando todas las cosas se manifestarán y cuando cada uno verá la luz como le fue revelada.
           

"Los malos espíritus son, por decirlo así, los alguaciles y ejecutores de Dios (la Ley). Han sido producidos por las influencias del mal y siguen su destino. Pero el vulgo tiene una estima demasiado elevada de sus poderes, especialmente del poder del diablo. El diablo no tiene bastante poder para remendar ollas viejas, y mucho menos para enriquecer a un hombre. El - o ello - es la cosa más pobre que puede hallarse en los cuatro elementos 24. Hay muchísimas invenciones, ciencias y artes que se atribuyen a la agencia del diablo (personal); pero antes que el mundo sea más viejo, se hallará que el diablo nada tiene que ver con estas cosas, que el diablo es nada y no sabe nada, y que estas cosas son el resultado de causas naturales. La verdadera ciencia puede hacer muchísimo; la Sabiduría Eterna de la existencia de todas las cosas es sin tiempo, sin principio y sin fin. Las cosas que son consideradas ahora como imposibles se realizarán; lo inesperado se verá en el futuro que es cierto, y lo que es mirado como una superstición en nuestro siglo, será la base de la ciencia aprobada del siguiente". ("Filosofía Oculta")

NOTAS

9 No pueden, sin embargo hacerse visibles, a menos que puedan extraer algo de la esencia astral de la persona o personas en cuya presencia desean aparecer; en otras palabras, las personas deben ser médiums para producir tales manifestaciones de forma.

10 Paracelso da aquí una descripción muy buen de algunas de las materializaciones modernas espíritas. El "doble aéreo" (forma astral) usualmente sale del lado izquierdo del médium, en la región del bazo. No es preciso que los médiums sean necesariamente personas depravadas, pero debe haber alguna falta en su organización, pues de lo contrario la combinación de sus principios sería demasiado fuerte para separar algo de su substancia astral. Los médiums de materialización pueden ser personas muy buenas, pero la vida solitaria y costumbres viciosas pueden conducir al desarrollo de esta medumnidad que al fin puede ser fatal.

11 Por "oración" se entiende el ejercicio de la voluntad espiritual. "¡Oh tú, estúpido y tonto sacerdote, que no sabes absolutamente nada; te imaginas que puedes arrojar a los malos espíritus con el suave olor del incienso, el cual les gusta tanto a los buenos como a los malos espíritus. Si en vez de incienso emplearas asafétida, podrías entonces arrojar a los malos espíritus y aun a los buenos". ("Filos. Ocult.")

12 Sucede muchas veces que las enfermedades corporales son la causa de mórbidos deseos. Una enfermedad de la piel (prurito de la vagina o scroti) puede causar deseos eróticos; un desplazamiento del útero, una erosión, una úlcera o inflamación del hueso uterino, causan depresión mental e histericia; las almorranas pueden causar melancolía, etc., etc.; pero todas estas causas son a su vez los efectos de causas anteriores que pueden tener un origen psíquico, y establecen las condiciones por las cuales pueden obrar las influencias elementarias.

13 SE han hecho experimentos en Londres. Con la inhalación de varios éteres, cloroformo, gas óxido nitroso e hidrocarbonatos se han obtenido el efecto de producir tales "alucinaciones". Antes que estos gases fueran conocidos, se usaban fumigaciones de substancias venenosas para tales fines. Las recetas de los materiales usados para tales fumigaciones eran guardadas muy secretas, a causa del abuso que podría hacerse de tal conocimiento, y a consecuencia de lo cual puede hasta producirse locura. Una de las fumigaciones más efectivas para producir  apariciones estaba, según  Eckartshausen, compuesta de las siguientes substancias; cicuta, haba, azafrán, linaloe, opio, mandrágora, salano, semilla de amapola, asafétida y perejil. Las fumigaciones para arrojar a los malos espíritus se componía de azufre, asafétida, castóreo, y más especialmente de pericón y vinagre. El ácido carbónico no se conocía en aquel tiempo.

14 Esto es confirmado por Swendenborg en su descripción del "Infierno", y también por Jacobo Boehme. El alma animal de los muertos toma forma y figura del animal cuyo carácter predominó en su constitución.

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15 Hay una cadena sin fin de nacimientos y transformaciones que se verifican en el mundo de las causas (espiritual), tanto como en el mundo de los efectos (material). La vida de algunas de estas entidades dura enormes períodos de tiempo; otras tienen sólo una corta existencia individual. Según las enseñanzas brahmánicas, hay siete clases principales de espíritus, algunas de ellas con innumerables subdivisiones: 1. Arupa Devas (espíritus sin forma),  espíritus planetarios; el sexto principio inteligente del planeta, cuyo producto son;

2. Rupa Devas (con forma). Elevados  espíritus planetarios Dhyan - Chohans; 3. Pisachas y Mohinis. Elementarios masculinos y femeninos, compuestos de las formas astrales de los muertos, que pueden ser obsesados por Elementales, y producen los Incubos y Súbcubos;

4. Mara Rupas: formas de deseo o pasión. Almas condenadas a la destrucción; 5. Asuras: Elementales (Gnomos, Sílfides, Ondinas, Salamandras, etc.)  Estos se desarrollarán en  seres humanos en el siguiente Manvántara (ciclo de evolución); 6. Bestias. Elementales con formas de animales, monstruosidades; 7. Raksasas o demonios. Almas de hechiceros y de hombres de gran inteligencia, pero con tendencias malas. Los que se hacen criminales, por el progreso de la ciencia, los dogmatistas, sofistas, viviseccionistas o descuartizadores de animales vivos, etcétera, son los que suministran material para el desarrollo de tales "diablos". Los Asuras son llamados con frecuencia Devas, y son adorados en muchos lugares de la India. Son los espíritus guardianes de ciertos lugares, jardines, casas, etc., y tienen templos propios.

Hay muchos miles de variedades. Véase "Isis sin Velo".

16 Son evidentemente una clase diferente de "espíritus familiares" de los guías "invisibles" mencionados ya. El espíritu que cada niño recibe cuando nace, y que acompaña a la persona durante su vida terrestre, es su propio mismo o yo espiritual, el "Karana Sharira".

17 No se debe confundir la Nectormancia con la Necromancia.

18 Todo el universo es una expresión de conciencia, y por lo mismo hay en el mundo innumerables estados de voluntad consciente e inteligente, algunos con forma visible y otros con invisible. Algunos sin forma, como corrientes de aire; otros indefinidos, como nieblas o nubes; otros sólidos, como las rocas; algunos impermanentes; otros permanentes como las estrellas.

19 El "rationale" en que la adivinación, la geomancia, la práctica de la vara adivinatoria, etc., están basadas en que por medio de tales prácticas puede adquirir y comprender el intelecto de la personalidad el conocer ciertas cosas, que ya existen en el espíritu del hombre. El hombre inferior no puede, bajo todas circunstancias, comunicar su conocimiento al hombre externo, porque la conciencia de los dos no es idéntica; pero el espíritu puede influenciar el aura nerviosa de la persona, gobernar los músculos de su cuerpo, y así guiar sus manos.

20 Los que tienen alguna experiencia en el espiritismo moderno, reconocerán la verdad de esta descripción. Los espiritistas no deben obrar por consejos de los espíritus, si estos consejos son contra su razón, y los científicos no deben confiar en las opiniones de otros, si estas opiniones son contra su propio sentido común.

21 El hombre semi - animal puede ser considerado como un elemental del aire, originado de la unión de los Dhyan Choans (Hijos de Sabiduría) con las hijas de los Gigantes. (Véase Biblia, Génesis VI, 4)

22 No es creíble que una persona haya entrado con su cuerpo físico en la montaña de Venus o Untersberg, o en cualesquiera otro lugar renombrado de que habla la tradición popular. Ni las brujas y hechiceros de la Edad Media han estado en el sábado de las brujas con sus cuerpos físicos y parece igualmente improbable que una persona hubiera entrado alguna vez físicamente en donde viven los adeptos desencarnados. Pero el cuerpo físico del hombre no es el hombre, es sólo su sombra externa, y donde quiera que la conciencia del hombre esté, allí estará presente él. Pero mientras está allí, no pierde su cuerpo exterior, del cual no usa por el momento como sucede con una parte de su vestido que intencionadamente se quita, y al despertar, volviendo a la conciencia física, puede muy bien creer que había estado en tal lugar con su forma física.

23 "Si alguno se casa con una ninfa del agua, y ella le abandona, no debe tomar otra esposa, porque el matrimonio no ha sido disuelto. Si se casa, morirá poco después". (De Ninf.)

24 El "diablo" es la mala voluntad espiritual. El diablo no tiene poder en el hombre, pero si éste permite que el diablo se desarrolle en su interior, entonces el gran Diablo ayudará al diablo chico para que crezca y se alimente con su propia substancia. (Véase "Las Doctrinas de Jacob Boehme".)

9 Boheme dice: "Cuando el alma ha pasado por la muerte está entonces en la esencia de Dios. Permanece con las obras que ha hecho aquí, y en este estado contemplará la majestad de Dios y verá a los ángeles cara a cara. En el mundo insondable en donde el alma está, no hay fin u objeto que el alma no alcance. Donde la carroña esté, allí se juntarán las águilas".


10 Boehme dice: "la mayoría de las almas parten de sus formas terrestres sin el cuerpo de Cristo (amor divino); y sólo están en relación con él por un pequeño hilo". Tales almas, teniendo muy poca espiritualidad, no existirán en dicha tan gloriosa como aquellas cuya espiritualidad se desplegó en la tierra y que amaron a Dios sobre todas las cosas.

11 La sensación es un atributo de la vida. Si la vida reside en el cuerpo astral, éste tendrá sensación, y mientras este cuerpo esté en relación simpática con el cuerpo muerto físico, puede hasta sentir cualquier daño que se haga a este último. El cuerpo físico, si está inanimado, no tiene sensación; ésta pertenece al hombre interior. Donde quiera que el centro de conciencia se establece, allí está la sensación.

12 Se podrían llenar libros con relación de casas frecuentadas por fantasmas, y hay ejemplos en que se ha visto que tales espectros son excesivamente numerosos. Algunas personas, que no pueden verlos, pueden sentirlos instintivamente, y hasta físicamente, como un viento frío, o como una corriente de electricidad que pasa por el cuerpo.

13 Se han visto chinos e indios que se han matado con el fin de vengarse, de modo que sus almas puedan apegarse a sus enemigos, turbar sus mentes y arrojarlos al suicidio. También está bien probado que las guerras son con frecuencia seguidas por numerosos suicidios que ocurren en el ejército victorioso.

14 Tal caso de vampirismo me es conocido personalmente. Un joven se mató a causa de su pasión por una señora casada. Esta le amaba, pero no le correspondió a causa de sus obligaciones matrimoniales. Después de la muerte, su forma astral se apegó a ella, y como ésta era de temperamento medianímico, halló él las condiciones necesarias para materializarse en parte. La señora necesitó de un esfuerzo largo y continuado, hasta que finalmente se libertó del íncubo. Si nuestros practicantes de medicina estuvieran más familiarizados con los hechos ocultos, muchos casos "misteriosos" que caen bajo su observación podrían serles claros, y obtendrían un conocimiento más profundo de algunas causas de manía, histericia, alucinación, etc.
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5 Fragmento, "De animabus mortuorum". Una gran parte de este fragmento se ha perdido. Todos estos espíritus son el producto de la imaginación y la voluntad. Si una persona tiene una imaginación mala, crea una forma correspondiente en su mente, y si a esa forma le infunde voluntad, ha creado entonces "un espíritu".


16 Paracelso recomienda llevar corales rojos como remedio contra la melancolía. Se dice que son gobernados por la influencia del sol, mientras los de color obscuro están bajo la influencia de la luna. Los rojos son desagradables no sólo al Fantasma, sino también a los Monstruos, Incubos, Súbcubos, y otros malos espíritus; pero los corales obscuros gustan y los atraen. Conozco algunos casos de melancolía, depresión de la mente, hipocondrái, etc., que han sido tratados con éxito usando corales rojos, mientras que otros artículos empleados para el mismo fin no tuvieron efecto, y la curación por lo mismo no podía atribuirse simplemente a la creencia del paciente. El ignorante hallará más fácil ridiculizar estas cosas que explicarlas.

5 no se trata aquí de cosas simplemente visibles y tangibles, sino de los productos de la mente, que son también substanciales y que pueden hacerse visibles y tangibles bajo ciertas condiciones.
           

"El cuerpo visible, lo mismo que el terrestre, obran cada uno a su propia manera. Lo que el cuerpo visible ejecuta es hecho con las manos; el hombre interior obra por medio de su imaginación y voluntad. Las obras del primero nos parecen reales; las del segundo como sombras". ("Morb.Invisib." III.)

6 La literatura oculta de la Edad Media y la del espiritismo moderno contienen muchos ejemplos de Incubos y Súbcubos, habiéndose aparecido algunos de ellos visible y tangiblemente; otros, aunque invisibles, fueron tocados y sentidos. Estos casos son al presente mucho más numerosos de lo que comúnmente se cree; pero estos espíritus pueden "materializarse" únicamente si las condiciones necesarias son dadas. Por lo mismo, sólo son sentidos durante un estado de enfermedad, y cuando el paciente se recobra desaparecen, porque de una constitución sana no pueden extraer los elementos necesarios para su materialización. Estos Incubos y Súbcubos son, por lo mismo, el producto de un estado física y moralmente enfermo. La imaginación mórbida crea una imagen, la voluntad de la persona la hace objetiva, y el aura nerviosa puede hacerla substancial a la vista y al tacto. Además, cuando la imagen ha sido creada, atrae hacia si misma influencias correspondientes del alma del mundo.

7 Los instintos animales no pueden ser suprimidos, y la "carne" no puede ser "mortificada", sino despertando una actividad psíquica superior en lugar de las inferiores, o exaltando la naturaleza espiritual sobre el principio animal del hombre. La abstinencia en los actos es inútil para el desarrollo espiritual, si no se sigue la abstinencia en pensamiento. El celibato forzoso no forma un sacerdote; un verdadero sacerdote es un santo, y los santos son personas que han desarraigado sus deseos carnales.
8 Esta es la clase de "espíritu" creado por los seguidores de P. B. Randolph, según las instrucciones dadas en su libro intitulado "Eulis".



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