La razón porque no podemos ver estas
entidades astrales es porque son transparentes como el aire. No podemos ver el
aire a menos que hagamos humo, y aun en ese caso no vemos el aire mismo, sino
el humo que es llevado por el aire. Pero podemos sentir el aire cuando se
mueve, y podemos también en ocasiones sentir la presencia de tales entidades,
si son bastante densas para ser sentidas.
Además, el objeto de nuestros
sentidos es percibir los objetos que existen en el plano para el cual esos
sentidos están adaptados, y por lo mismo los sentidos físicos existen con el
objeto de ver cosas físicas, y los sentidos del hombre interior son para ver
las cosas del alma.
Cuando los sentidos externos están inactivos, los sentidos
interiores pueden despertar a la vida, y podemos ver los objetos del plano
astral como vemos las cosas en un sueño. Hay también algunos venenos por los
cuales la actividad orgánica del cuerpo se puede suprimir por algún tiempo, y la conciencia
del hombre interior hacerse más activa, y la cual, por lo mismo, nos puede
hacer ver las cosas del plano astral. Pero tales venenos destruyen la razón y
son muy dañosos a la salud. En las fiebres, delirios, etc., se pueden ver
también estas cosas. Algunas de ellas pueden ser creaciones de la mente del
paciente, otras pueden haber sido creadas por la imaginación mórbida de otra
persona, como ya se dijo.
Pero
si estas entidades son invisibles bajo condiciones normales para el ser humano,
puede ser muy bien percibidas por un Elementario humano, que exista
conscientemente en su plano. Los caracteres humanos depravados pueden, después
de la muerte, tomar las formas animales y monstruos, a los que se parecieron
por sus malos pensamientos. La forma es sólo una apariencia que representa un
carácter, y el carácter da impresión a la forma. Si el carácter de una persona
es completamente malo, hará que la forma astral sea horrible. Por esta razón
las almas de los depravados puede aparecer en formas animales.
El
espíritu puro no tiene forma: es sin forma como los rayos del sol. Pero así
como éstos hacen que los elementos de la materia se desarrollen en plantas,
igualmente las substancias del alma pueden convertirse en seres con formas, por
medio de la acción de los rayos espirituales. Hay espíritus buenos y espíritus
del mal; espíritus planetarios y ángeles. Hay los espíritus de los cuatro elementos,
y hay muchos miles de clases diferentes.
"Cada
niño, al nacer, recibe un espíritu familiar o genio, y estos espíritus
instruyen algunas veces a sus discípulos aun desde su más tierna edad. Muchas
veces les enseñan a hacer cosas extraordinarias. Hay en el universo un número
incalculable de tales genios, y podemos aprender de ellos todos los misterios
del Caos, a causa de que están en relación con el Misterio Magno. Estos
espíritus familiares son llamados Flage.
Hay
varias clases de Flage, y hay dos modos por los que podemos obtener
conocimiento de ellos. Uno es haciéndose visibles para poder hablar con
nosotros; el otro es ejerciendo una influencia invisible en nuestra mente. El
arte de la Nectromancia hace que el hombre perciba cosas interiores, y no
hay misterio tocante al ser humano que no se pueda conocer por este arte, y al
Flage se le puede hacer que lo revele o por persuasión o por la fuerza de la
voluntad, porque el Flage obedece a la voluntad del hombre por la misma razón
que un soldado obedece la voluntad del que manda, o un inferior obedece a su
superior, aunque éste pueda ser físicamente más fuerte que el primero. Se puede
hacer que el Flage aparezca visiblemente en un espejo de Beryll, en un pedazo
de carbón o un cristal, etc., y no sólo se puede ver al Flage sino también a la
persona a quien pertenezca, y todos sus secretos pueden ser conocidos. Y si no
es posible hacerles que se aparezcan, entonces tale secretos se pueden saber
por comunicación de pensamiento o por signos, visiones alegóricas, etc.
Con la
ayuda de estos Flages se puede hallar
tesoros ocultos y las cartas cerradas se pueden leer, a pesar de lo oculto que
se hallen para la vista, porque la apertura de la vista interior quita el velo
de la materia. Las cosas que han sido sepultadas se pueden hallar de ese modo,
las robadas recobrarse, etc.
El Flage puede revelarnos sus secretos tanto
buenos como malos, en nuestros sueños. El que obtiene conocimiento del espíritu
lo obtiene de su padre; el que conoce a los Elementales se conoce a sí mismo;
el que comprende la naturaleza de los elementos sabe como está construido el
Microcosmo. Los Flage son los espíritus que instruyeron al género humano en las
artes y ciencias en los tiempos antiguos, y sin ellos no habría seguramente ni
ciencia ni filosofía ninguna en el mundo" .
"En
la práctica de la divinación por sortilegio, etc., el Flage guía la mano. Tales
artes no son ni de Dios ni del diablo, sino que son el Flage. Las ceremonias
que de costumbre se usan en estas ocasiones son mera superstición, y han sido
inventadas para dar a tales ocasiones un aire de solemnidad. Los que practican
ese arte ignoran ellos mismos con frecuencia las leyes que lo gobiernan, y
puede atribuir los resultados obtenidos a las ceremonias, y confunden erróneamente
sus supercherías con la cosa esencial".
Respecto
a la confianza que se pueda tener en las revelaciones de los seres invisibles,
Paracelso dice: "A los malos espíritus les gusta hacer caer a los hombres
en error, y por lo mismo sus profecías son generalmente falsas y sus
predicciones basadas en engaño.
Dios hizo a los espíritus mudos, para que no
puedan decirlo todo tan claramente al hombre que éste no necesite usar su razón
para evitar cometer errores. Los espíritus no deben instruir al hombre, pero no
siempre obedecen ese mandato. Por esta razón con frecuencia guardan silencio
cuando su informe es más necesario y muchas veces hablan falsedades cuando más
importa saber la verdad". Esta es la causa de que tantas cosas que han
dicho los espíritus hayan sido mentiras e ilusiones, y algunos espíritus
mienten muchísimo más que otros. Pero puede suceder que tal vez de doce
predicciones hechas por tales espíritus una accidentalmente salga cierta, y en
este caso los ignorantes no se fijarán en que las otras once fueron falsas,
sino que estarán prontos para creer todo lo que tales espíritus puedan decir.
"Estos espíritus enseñan con frecuencia a las personas que tratan con
ellos, a practicar ciertas ceremonias, a decir ciertas palabras y nombres en
que no hay ninguna significación, y todo esto lo hacen para divertirse, y tener
algún pasatiempo a costa de las personas crédulas. Rara vez son los que
pretenden ser; aceptan nombres, y uno usará el nombre de otro, o pueden asumir
la máscara y modo de obrar de otro. Si una persona tiene tal espíritu, que
pertenezca a una clase mejor, puede ser un buen decidor de la buenaventura;
pero el que tiene un espíritu mentiroso no oirá sino mentiras, y, en general,
todos estos espíritus en su clase se sobrepasan mutuamente en engaños y
mentiras" (Filosofía Sagaz").
"El
hombre es un instrumento por el cual los tres mundos - el espiritual, el astral
y el elementario - están obrando. En él hay seres de todos estos mundos,
racionales y no racionales, criaturas inteligentes y sin inteligencia. Una
persona sin conocimiento ni gobierno propio, obra impulsado según la voluntad
de estas criaturas; pero el verdadero filósofo obra conforme a la voluntad del
Supremo Ser, el Creador, que está en él. Si los amos a quienes el hombre obedece
son locos, ellos, sus siervos, también obrarán locamente. Es cierto que cada
uno cree que él es el amo y señor y que
hace lo que quiere; pero no ve al engañador que está dentro de él, el cual es
su amo, y en quien él mismo viene a ser un engañado". ("De
Meteoris.")
Hay
otra clase de espíritus, los Sagane o Espíritus Elementales de la Naturaleza.
Paracelso dice tocante a sus cuerpos lo siguiente: "Hay dos clases de
carne. Una que viene de Adam, y otra que no viene de Adam. La primera es
material y grosera, visible y tangible para nosotros; la otra no es tangible y
no está hecha de tierra. Si un hombre que desciende de Adam, quiere pasar por
una pared, tiene primero que hacer un agujero en ella; pero un ser que no
desciende de Adam, no necesita hacer ningún agujero o puerta, sino que puede
pasar por la materia que nos parece sólida, sin causarle ningún daño. Los seres
que no han descendido de Adam, lo mismo que los que de él han descendido, están
organizados y tienen cuerpo substanciales; pero hay tanta diferencia entre la
substancia que compone sus cuerpos, como la que hay entre la Materia y el
Espíritu. Sin embargo, los Elementales no son espíritus, porque tienen carne,
sangre y huesos; viven y propagan su especie,
comen y hablan, obran y duermen, etcétera, y por consiguiente no pueden propiamente ser llamados
"espíritus".
Son seres que ocupan un lugar entre los hombres y los
espíritus, pareciéndose a los hombres y mujeres en su organización y forma, y
pareciéndose a los espíritus en la rapidez de su locomoción. Son seres
intermediarios, o Composita, formados de dos partes en una; lo mismo que dos
colores mezclados parecerán como un color, no pareciéndose a ninguno de los dos
originales.
Los Elementales no tienen principios superiores; por lo mismo no
son inmortales, y cuando mueren, perecen como los animales. Ni el agua ni el
fuego puede dañarles, y no pueden ser encerrados en nuestras prisiones
materiales. Están, sin embargo, sujetos a enfermedades. Sus costumbres,
acciones, formas, maneras de hablar, etc., no son muy diferentes a las de los
seres humanos pero hay muchísimas variedades. Tienen sólo intelecto animal, y
son incapaces de desarrollo espiritual". ("Lib. Filos." II.)
"Estos
espíritus de la naturaleza no son animales; tienen razón y lenguaje como el
hombre; tienen mente, pero no alma espiritual. Esto puede parecer extraño e
increíble; pero las posibilidades de la naturaleza no están limitadas por el
conocimiento que el hombre y la sabiduría de Dios es insondable. Tienen hijos,
y éstos son como ellos. El hombre está hecho a la imagen de Dios y se puede
decir que ellos están hechos a la imagen del hombre; pero el hombre no es Dios,
y los espíritus elementales de la naturaleza no son seres humanos, aunque se
parecen al hombre. Pueden enfermar y mueren como animales. Sus costumbres se
parecen a las de los hombres, trabajan y duermen, comen, beben y hacen sus
vestidos, y así como el hombre está más cerca de Dios, así ellos están más
cerca del hombre". (Lib. Filos." II )
"Viven
en los cuatro elementos: las Ninfas en el agua, las Sílfides en el aire, los
Pigmeos en la tierra, y las Salamandras en el fuego. Son llamados también
Ondinas, Silvestres, Gnomos, Vulcanos, etc. Cada especie se mueve únicamente en
el elemento a que pertenece, y ninguno de ellos puede salir de su elemento
propio, que es para ellos como el aire es para nosotros, o el agua para los
peces, y ninguno de ellos puede vivir en el elemento que pertenece a otra
clase. Para cada ser elemental, el elemento en que vive es transparente, invisible
y respirable, como la atmósfera lo es para nosotros".
"Las
cuatro clases de espíritus de la naturaleza no se relacionan entre sí; los
Gnomos no se comunican con las Ondinas o
Salamandras, ni los silvestres con ninguna de aquéllas. Así como los peces
viven en el agua que es su elemento, así cada ser vive en su propio elemento.
Por ejemplo, el elemento en que el hombre respira y vive es el aire; pero para
las Ondinas el agua es lo que el aire para nosotros, y si nos sorprendemos de
que estén en el agua, también ellas se pueden sorprender de que estemos en el
aire. Así pues, el elemento de los Gnomos es la tierra, y pasan por las rocas,
paredes y piedras como un espíritu, porque tales cosas no son para ellos más
grandes obstáculos de lo que el aire es para nosotros.
En el mismo sentido el
fuego es el aire en que las Salamandras viven; pero los Silvestres o Sílfides,
son los que están en más cercana relación con nosotros; porque viven en el aire
como nosotros; porque viven en el aire como nosotros, se ahogarían si
estuviesen bajo el agua, se sofocarían en la tierra y se quemarían en el fuego,
porque cada ser pertenece a su propio Caos
y muere si es transportado a otro. Si ese Caos es denso, los seres que
viven en él son sutiles, y si el Caos es sutil, los seres son densos. Por lo
mismo tenemos cuerpos densos para que podamos pasar por el aire sin
impedimento, y los Gnomos tienen forma sutiles, para que puedan pasar por las
rocas. Los hombres tienen sus jefes y autoridades; las abejas y hormigas sus
reinas, los gansos y otros animales sus guías también, y lo mismo los espíritus
de la naturaleza tienen sus reyes y reinas. Los animales reciben su vestido de
la naturaleza; pero los espíritus de la naturaleza lo preparan por sí mismos.
La omnipotencia de Dios no está limitada a cuidar sólo al hombre, sino que se
extiende a cuidar también de los espíritus de la naturaleza y de muchas otras
cosas de que los hombres no saben nada. Todos estos seres, ven el sol y el
firmamento lo mismo que nosotros, porque cada elemento es transparente para los
que viven en él. Así pues, el sol brilla a través de las rocas para los Gnomos,
y el agua no impide a las Ondinas ver el sol y las estrellas; tienen sus
primaveras e inviernos, y su "tierra" les produce frutos; porque cada
ser vive del elemento de que ha brotado". ("Lib.Filos." II )
"Con
respecto a la personalidad de los Elementales, se puede decir que los que
pertenecen al elemento del agua se parecen a los seres humanos de ambos sexos,
los del aire son más grandes y más fuertes ; las Salamandras son largas,
delgadas y secas; los Pigmeos o Gnomos, son de dos palmos de estatura, pero
pueden extender o alargar sus formas hasta que parezcan como gigantes. Los
Elementales del aire y el agua, las Sílfides y Ninfas, son de bondadosa
disposición para con el hombre; las Salamandras, no se le puede asociar a causa
de la naturaleza ígnea del elemento en que viven, y los Pigmeos son
generalmente de naturaleza maliciosa. Estos construyen casas, bóvedas y
edificios de extraño aspecto con ciertas substancias semi - materiales
desconocidas para nosotros. Tienen una clase de alabastro, mármol, cemento,
etcétera; pero estas substancias son tan diferentes de las nuestras como la
tela de una araña es diferente de nuestro lino. Las Ninfas tienen sus
residencias y palacios en el agua; las Sílfides y Salamandras no tienen moradas
fijas.
En general, los Elementales aborrecen a personas presuntuosas y
obstinadas, tales como los dogmáticos, científicos, borrachos y glotones, lo
mismo que a los pendencieros y gentes vulgares de todas clases; pero aman a los
hombres naturales, que tienen mente sencilla y son como los niños, inocentes y
sinceros; mientras menos vanidad e hipocresía haya en el hombre, más fácil les
será acercarse a él; pero si es lo contrario, son tan reservados y huraños como
los animales silvestres".
El
hombre vive en los elementos exteriores, y los Elementales en los interiores.
Tienen habitaciones y vestido, métodos y costumbres, lenguaje, lenguaje y
gobierno propios, en el mismo sentido que las abejas tienen sus reinas y los
rebaños de animales su jefe. Algunas veces se les ve bajo diversas formas. Las
Salamandras han sido vistas como bolas o lenguas de fuego corriendo en los
campos o apareciendo en las casas. Ha habido casos en que las ninfas han
adoptado la forma humana, vestido maneras, y han entrado en unión con el
hombre. Hay ciertas localidades en que gran número de Elementales viven juntos,
y ha ocurrido que un hombre haya sido admitido en su comunidad y haya vivido
con ellos por algún tiempo, y que se hayan hecho visibles y tangibles para él.
"Los
ángeles son invisibles para nosotros; pero sin embargo un ángel puede aparecer
a nuestra vista espiritual, e igualmente el hombre es invisible a los espíritus
de la naturaleza,
y lo que las Ondinas saben de nosotros
es para ellas simplemente lo que los cuentos de duendes son para nosotros.
Las
Ondinas se aparecen al hombre, pero no el hombre a ellas. El hombre es denso en
el cuerpo y sutil en el Caos (plano astral) y aparecérsele, permanecer con él,
casarse y concebir hijos de él. Así pues, una Ondina puede casarse con un
hombre, hacerle casa, y sus hijos serán seres humanos y no Ondinas, porque
reciben un alma humana del hombre, y además la Ondina misma recibe por esto el
germen de la inmortalidad. El hombre está ligado a Dios por medio de su alma
espiritual, y si una Ondina se une al hombre, vendrá a ser por esto ligada a
Dios. Así como una Ondina sin su unión con el hombre muere como un animal,
igualmente el hombre es como un animal si destruye su unión con Dios".
"Por
lo mismo las Ninfas están ansiosas de unirse con el hombre; procuran hacerse
inmortales por medio de él. Tienen mente e intelecto como el hombre, pero no el
alma inmortal, como la que hemos obtenido por el Cristo. Pero los espíritus de
la tierra, el aire y el fuego, rara vez se casan con un ser humano. Pueden, sin
embargo, apegársele y entrar a su servicio. No se debe suponer que son nada
aéreo o simplemente espectros o apariencias; son de carne y sangre, sólo que más
sutiles que el hombre (esto es, de la substancia de la mente)".
"Las
Ninfas algunas veces salen del agua y se las puede ver sentadas en la orilla
cerca de donde viven, y lo mismo que los Gnomos tienen un lenguaje como el
hombre; pero los espíritus de los bosques son más huraños y no hablan nada,
aunque pueden hablar y son muy hábiles. Las Ninfas aparecen con forma humana y
vestido; pero los espíritus del fuego son de forma ígnea. Usualmente no se
hallan en compañía de los hombres, pero cohabitan con viejas, tales como las
brujas, que algunas veces son obsesadas por el diablo. Si un hombre tiene una
Ninfa por esposa, cuídese de no ofenderla mientras está cerca del agua, pues en
tal caso volverá a su elemento 23; y si alguno tiene un Gnomo por criado, séale
fiel, porque cada uno tiene que ser obediente para con el otro; si cumplís
vuestro deber para con él, él lo cumplirá con vosotros. Todo esto está en el
orden divino de las cosas y será manifiesto a su debido tiempo; de modo que
entonces podremos ver lo que ahora parece casi increíble". ("Lib.
Filos.II")
En
las leyendas de los santos se hace alusión a los Espíritus Elementales de la
Naturaleza llamándolos muchas veces "diablos", nombre que no merecen;
porque hay Elementales buenos tanto como malos; pero aunque pueden ser muy
egoístas, no han desarrollado ningún amor por el mal absoluto, porque sólo
tienen almas mortales, pero no esencia espiritual que los haga inmortales.
Además
de las almas astrales que hay en el hombre y los Espíritus Elementales de la
Naturaleza, hay otros muchos espíritus nacidos dentro del alma madre (la
voluntad e imaginación de la naturaleza); y así como la mente del hombre puede
crear monstruos, y el hombre puede pintar sus imágenes en el lienzo, o
esculpirlas en piedra o madera, igualmente el poder universal de la voluntad crea monstruos en la luz
astral, y puede arrojar sus sombras en el mundo físico de las apariencias,
haciéndose objetivas en cuerpos sobre la tierra. Algunas de ellas son de corta
vida y otras vivirán hasta el día de la disolución de todas las cosas.
"Todos sabemos que un hombre puede cambiar su carácter en el curso de su
vida, de modo que al fin llegue a ser una persona muy diferente de lo que era
antes; y así toda criatura que tenga voluntad puede cambiar y hacerse
sobrenatural o contranatural, esto es, diferente de lo que normalmente
pertenece a su naturaleza. Muchas de las lumbreras de la iglesia, que ahora se
pavonean llenas de joyas y diamantes, parecerán dragones y gusanos cuando el
cuerpo humano en que están ahora enmascarados haya desaparecido cuando llegue
la muerte". (Lib. Filos. IV")
"Hay
también Sirenas; pero son simplemente una clase de peces monstruos; pero hay
dos clases más de espíritus, relacionados con las Ninfas y Pigmeos, a saber:
los Gigantes y los Enanos. Esto no puede ser creído, pero debe recordarse que
el principio del conocimiento divino es que la luz de la naturaleza ilumine al
hombre, y que por esta luz conozca todas las cosas de la naturaleza por medio
de la luz interior. Los Gigantes y Enanos son monstruos, estando en relación
con los Silvestres y Gnomos en el mismo sentido que las Sirenas están
relacionadas con las Ondinas. No tienen alma (espiritual), y pueden mejor ser
comparados a monos que a serse humanos. Estos espíritus son con frecuencia los
guardianes de los tesoros ocultos".
"Tales
cosas pueden ser negadas por el sabio mundanal; pero al fin del mundo, cuando
todas las cosas serán reveladas, entonces también se verán avergonzados y
corridos los llamados "doctores" y "profesores", que fueron
grandes en su ignorancia; entonces se verá quiénes fueron los verdaderamente
instruidos en el fundamento de la naturaleza, y cuáles los instruidos
simplemente en charla vacía. Entonces conoceremos a los que han escrito
conforme a la verdad, y los que han enseñado según su fantasía; y cada uno
recibirá lo que merezca. No habrá entonces doctores ni magistrados, y los que
están haciendo ahora mucho ruido estarán entonces muy callados; pero los que
hubieren recibido la verdadera inteligencia serán felices. Por lo mismo
recomiendo que mis escritos sean juzgados en aquel tiempo cuando todas las
cosas se manifestarán y cuando cada uno verá la luz como le fue revelada.
"Los
malos espíritus son, por decirlo así, los alguaciles y ejecutores de Dios (la
Ley). Han sido producidos por las influencias del mal y siguen su destino. Pero
el vulgo tiene una estima demasiado elevada de sus poderes, especialmente del
poder del diablo. El diablo no tiene bastante poder para remendar ollas viejas,
y mucho menos para enriquecer a un hombre. El - o ello - es la cosa más pobre
que puede hallarse en los cuatro elementos 24. Hay muchísimas invenciones,
ciencias y artes que se atribuyen a la agencia del diablo (personal); pero
antes que el mundo sea más viejo, se hallará que el diablo nada tiene que ver
con estas cosas, que el diablo es nada y no sabe nada, y que estas cosas son el
resultado de causas naturales. La verdadera ciencia puede hacer muchísimo; la
Sabiduría Eterna de la existencia de todas las cosas es sin tiempo, sin
principio y sin fin. Las cosas que son consideradas ahora como imposibles se
realizarán; lo inesperado se verá en el futuro que es cierto, y lo que es
mirado como una superstición en nuestro siglo, será la base de la ciencia
aprobada del siguiente". ("Filosofía Oculta")
NOTAS
9 No pueden, sin embargo hacerse
visibles, a menos que puedan extraer algo de la esencia astral de la persona o
personas en cuya presencia desean aparecer; en otras palabras, las personas
deben ser médiums para producir tales manifestaciones de forma.
10 Paracelso da aquí una descripción
muy buen de algunas de las materializaciones modernas espíritas. El "doble
aéreo" (forma astral) usualmente sale del lado izquierdo del médium, en la
región del bazo. No es preciso que los médiums sean necesariamente personas
depravadas, pero debe haber alguna falta en su organización, pues de lo
contrario la combinación de sus principios sería demasiado fuerte para separar
algo de su substancia astral. Los médiums de materialización pueden ser personas
muy buenas, pero la vida solitaria y costumbres viciosas pueden conducir al
desarrollo de esta medumnidad que al fin puede ser fatal.
11 Por "oración" se entiende
el ejercicio de la voluntad espiritual. "¡Oh tú, estúpido y tonto
sacerdote, que no sabes absolutamente nada; te imaginas que puedes arrojar a
los malos espíritus con el suave olor del incienso, el cual les gusta tanto a
los buenos como a los malos espíritus. Si en vez de incienso emplearas
asafétida, podrías entonces arrojar a los malos espíritus y aun a los
buenos". ("Filos. Ocult.")
12 Sucede muchas veces que las
enfermedades corporales son la causa de mórbidos deseos. Una enfermedad de la
piel (prurito de la vagina o scroti) puede causar deseos eróticos; un
desplazamiento del útero, una erosión, una úlcera o inflamación del hueso
uterino, causan depresión mental e histericia; las almorranas pueden causar
melancolía, etc., etc.; pero todas estas causas son a su vez los efectos de
causas anteriores que pueden tener un origen psíquico, y establecen las
condiciones por las cuales pueden obrar las influencias elementarias.
13 SE han hecho experimentos en
Londres. Con la inhalación de varios éteres, cloroformo, gas óxido nitroso e
hidrocarbonatos se han obtenido el efecto de producir tales "alucinaciones".
Antes que estos gases fueran conocidos, se usaban fumigaciones de substancias
venenosas para tales fines. Las recetas de los materiales usados para tales
fumigaciones eran guardadas muy secretas, a causa del abuso que podría hacerse
de tal conocimiento, y a consecuencia de lo cual puede hasta producirse locura.
Una de las fumigaciones más efectivas para producir apariciones estaba, según Eckartshausen, compuesta de las siguientes
substancias; cicuta, haba, azafrán, linaloe, opio, mandrágora, salano, semilla
de amapola, asafétida y perejil. Las fumigaciones para arrojar a los malos
espíritus se componía de azufre, asafétida, castóreo, y más especialmente de
pericón y vinagre. El ácido carbónico no se conocía en aquel tiempo.
14 Esto es confirmado por Swendenborg
en su descripción del "Infierno", y también por Jacobo Boehme. El
alma animal de los muertos toma forma y figura del animal cuyo carácter
predominó en su constitución.
15 Página: 5
15 Hay una cadena sin fin de
nacimientos y transformaciones que se verifican en el mundo de las causas
(espiritual), tanto como en el mundo de los efectos (material). La vida de
algunas de estas entidades dura enormes períodos de tiempo; otras tienen sólo
una corta existencia individual. Según las enseñanzas brahmánicas, hay siete
clases principales de espíritus, algunas de ellas con innumerables
subdivisiones: 1. Arupa Devas (espíritus sin forma), espíritus planetarios; el sexto principio
inteligente del planeta, cuyo producto son;
2. Rupa Devas (con forma). Elevados espíritus planetarios Dhyan - Chohans; 3.
Pisachas y Mohinis. Elementarios masculinos y femeninos, compuestos de las
formas astrales de los muertos, que pueden ser obsesados por Elementales, y
producen los Incubos y Súbcubos;
4. Mara Rupas: formas de deseo o pasión. Almas
condenadas a la destrucción; 5. Asuras: Elementales (Gnomos, Sílfides, Ondinas,
Salamandras, etc.) Estos se
desarrollarán en seres humanos en el
siguiente Manvántara (ciclo de evolución); 6. Bestias. Elementales con formas
de animales, monstruosidades; 7. Raksasas o demonios. Almas de hechiceros y de
hombres de gran inteligencia, pero con tendencias malas. Los que se hacen
criminales, por el progreso de la ciencia, los dogmatistas, sofistas,
viviseccionistas o descuartizadores de animales vivos, etcétera, son los que
suministran material para el desarrollo de tales "diablos". Los
Asuras son llamados con frecuencia Devas, y son adorados en muchos lugares de
la India. Son los espíritus guardianes de ciertos lugares, jardines, casas, etc.,
y tienen templos propios.
Hay muchos miles de variedades. Véase "Isis sin
Velo".
16 Son evidentemente una clase
diferente de "espíritus familiares" de los guías
"invisibles" mencionados ya. El espíritu que cada niño recibe cuando
nace, y que acompaña a la persona durante su vida terrestre, es su propio mismo
o yo espiritual, el "Karana Sharira".
17 No se debe confundir la Nectormancia
con la Necromancia.
18 Todo el universo es una expresión de
conciencia, y por lo mismo hay en el mundo innumerables estados de voluntad
consciente e inteligente, algunos con forma visible y otros con invisible.
Algunos sin forma, como corrientes de aire; otros indefinidos, como nieblas o
nubes; otros sólidos, como las rocas; algunos impermanentes; otros permanentes
como las estrellas.
19 El "rationale" en que la
adivinación, la geomancia, la práctica de la vara adivinatoria, etc., están
basadas en que por medio de tales prácticas puede adquirir y comprender el
intelecto de la personalidad el conocer ciertas cosas, que ya existen en el
espíritu del hombre. El hombre inferior no puede, bajo todas circunstancias,
comunicar su conocimiento al hombre externo, porque la conciencia de los dos no
es idéntica; pero el espíritu puede influenciar el aura nerviosa de la persona,
gobernar los músculos de su cuerpo, y así guiar sus manos.
20 Los que tienen alguna experiencia en
el espiritismo moderno, reconocerán la verdad de esta descripción. Los
espiritistas no deben obrar por consejos de los espíritus, si estos consejos
son contra su razón, y los científicos no deben confiar en las opiniones de
otros, si estas opiniones son contra su propio sentido común.
21 El hombre semi - animal puede ser
considerado como un elemental del aire, originado de la unión de los Dhyan
Choans (Hijos de Sabiduría) con las hijas de los Gigantes. (Véase Biblia,
Génesis VI, 4)
22 No es creíble que una persona haya
entrado con su cuerpo físico en la montaña de Venus o Untersberg, o en
cualesquiera otro lugar renombrado de que habla la tradición popular. Ni las
brujas y hechiceros de la Edad Media han estado en el sábado de las brujas con
sus cuerpos físicos y parece igualmente improbable que una persona hubiera
entrado alguna vez físicamente en donde viven los adeptos desencarnados. Pero
el cuerpo físico del hombre no es el hombre, es sólo su sombra externa, y donde
quiera que la conciencia del hombre esté, allí estará presente él. Pero
mientras está allí, no pierde su cuerpo exterior, del cual no usa por el
momento como sucede con una parte de su vestido que intencionadamente se quita,
y al despertar, volviendo a la conciencia física, puede muy bien creer que
había estado en tal lugar con su forma física.
23 "Si alguno se casa con una
ninfa del agua, y ella le abandona, no debe tomar otra esposa, porque el
matrimonio no ha sido disuelto. Si se casa, morirá poco después". (De
Ninf.)
24 El "diablo" es la mala
voluntad espiritual. El diablo no tiene poder en el hombre, pero si éste
permite que el diablo se desarrolle en su interior, entonces el gran Diablo
ayudará al diablo chico para que crezca y se alimente con su propia substancia.
(Véase "Las Doctrinas de Jacob Boehme".)
9 Boheme dice: "Cuando el alma ha
pasado por la muerte está entonces en la esencia de Dios. Permanece con las
obras que ha hecho aquí, y en este estado contemplará la majestad de Dios y
verá a los ángeles cara a cara. En el mundo insondable en donde el alma está,
no hay fin u objeto que el alma no alcance. Donde la carroña esté, allí se
juntarán las águilas".
10 Boehme dice: "la mayoría de las
almas parten de sus formas terrestres sin el cuerpo de Cristo (amor divino); y
sólo están en relación con él por un pequeño hilo". Tales almas, teniendo
muy poca espiritualidad, no existirán en dicha tan gloriosa como aquellas cuya
espiritualidad se desplegó en la tierra y que amaron a Dios sobre todas las
cosas.
11 La sensación es un atributo de la
vida. Si la vida reside en el cuerpo astral, éste tendrá sensación, y mientras
este cuerpo esté en relación simpática con el cuerpo muerto físico, puede hasta
sentir cualquier daño que se haga a este último. El cuerpo físico, si está
inanimado, no tiene sensación; ésta pertenece al hombre interior. Donde quiera
que el centro de conciencia se establece, allí está la sensación.
12 Se podrían llenar libros con
relación de casas frecuentadas por fantasmas, y hay ejemplos en que se ha visto
que tales espectros son excesivamente numerosos. Algunas personas, que no
pueden verlos, pueden sentirlos instintivamente, y hasta físicamente, como un
viento frío, o como una corriente de electricidad que pasa por el cuerpo.
13 Se han visto chinos e indios que se
han matado con el fin de vengarse, de modo que sus almas puedan apegarse a sus
enemigos, turbar sus mentes y arrojarlos al suicidio. También está bien probado
que las guerras son con frecuencia seguidas por numerosos suicidios que ocurren
en el ejército victorioso.
14 Tal caso de vampirismo me es
conocido personalmente. Un joven se mató a causa de su pasión por una señora
casada. Esta le amaba, pero no le correspondió a causa de sus obligaciones
matrimoniales. Después de la muerte, su forma astral se apegó a ella, y como
ésta era de temperamento medianímico, halló él las condiciones necesarias para
materializarse en parte. La señora necesitó de un esfuerzo largo y continuado,
hasta que finalmente se libertó del íncubo. Si nuestros practicantes de
medicina estuvieran más familiarizados con los hechos ocultos, muchos casos
"misteriosos" que caen bajo su observación podrían serles claros, y
obtendrían un conocimiento más profundo de algunas causas de manía, histericia,
alucinación, etc.
1
5 Fragmento, "De animabus
mortuorum". Una gran parte de este fragmento se ha perdido. Todos estos
espíritus son el producto de la imaginación y la voluntad. Si una persona tiene
una imaginación mala, crea una forma correspondiente en su mente, y si a esa
forma le infunde voluntad, ha creado entonces "un espíritu".
16 Paracelso recomienda llevar corales
rojos como remedio contra la melancolía. Se dice que son gobernados por la
influencia del sol, mientras los de color obscuro están bajo la influencia de
la luna. Los rojos son desagradables no sólo al Fantasma, sino también a los
Monstruos, Incubos, Súbcubos, y otros malos espíritus; pero los corales
obscuros gustan y los atraen. Conozco algunos casos de melancolía, depresión de
la mente, hipocondrái, etc., que han sido tratados con éxito usando corales
rojos, mientras que otros artículos empleados para el mismo fin no tuvieron
efecto, y la curación por lo mismo no podía atribuirse simplemente a la creencia
del paciente. El ignorante hallará más fácil ridiculizar estas cosas que
explicarlas.
5 no se trata aquí de cosas
simplemente visibles y tangibles, sino de los productos de la mente, que son
también substanciales y que pueden hacerse visibles y tangibles bajo ciertas
condiciones.
"El
cuerpo visible, lo mismo que el terrestre, obran cada uno a su propia manera.
Lo que el cuerpo visible ejecuta es hecho con las manos; el hombre interior
obra por medio de su imaginación y voluntad. Las obras del primero nos parecen
reales; las del segundo como sombras". ("Morb.Invisib."
III.)
6 La literatura oculta de la Edad Media
y la del espiritismo moderno contienen muchos ejemplos de Incubos y Súbcubos,
habiéndose aparecido algunos de ellos visible y tangiblemente; otros, aunque
invisibles, fueron tocados y sentidos. Estos casos son al presente mucho más
numerosos de lo que comúnmente se cree; pero estos espíritus pueden
"materializarse" únicamente si las condiciones necesarias son dadas.
Por lo mismo, sólo son sentidos durante un estado de enfermedad, y cuando el
paciente se recobra desaparecen, porque de una constitución sana no pueden
extraer los elementos necesarios para su materialización. Estos Incubos y
Súbcubos son, por lo mismo, el producto de un estado física y moralmente
enfermo. La imaginación mórbida crea una imagen, la voluntad de la persona la
hace objetiva, y el aura nerviosa puede hacerla substancial a la vista y al
tacto. Además, cuando la imagen ha sido creada, atrae hacia si misma
influencias correspondientes del alma del mundo.
7 Los instintos animales no pueden ser
suprimidos, y la "carne" no puede ser "mortificada", sino
despertando una actividad psíquica superior en lugar de las inferiores, o
exaltando la naturaleza espiritual sobre el principio animal del hombre. La
abstinencia en los actos es inútil para el desarrollo espiritual, si no se
sigue la abstinencia en pensamiento. El celibato forzoso no forma un sacerdote;
un verdadero sacerdote es un santo, y los santos son personas que han
desarraigado sus deseos carnales.
8 Esta es la clase de
"espíritu" creado por los seguidores de P. B. Randolph, según las
instrucciones dadas en su libro intitulado "Eulis".
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