[Artículo por H. P. Blavatsky]
Esta pregunta es tan consuetudinaria y las ideas
erróneas al respecto son tan prevalecientes, que los editores de una revista
dedicada a la divulgación de la Teosofía en el mundo serían negligentes, si en
el primer número publicado, no consideraran estas cuestiones. Sin embargo, el
título implica dos interrogantes más, a las cuales contestaremos debidamente,
éstas son: ¿Qué es la Sociedad Teosófica? y ¿Qué son los Teósofos?
Según los lexicógrafos: al
término theosophia lo componen dos palabras griegas: theos, "dios"
y sophos, "sabio." Hasta aquí está correcto. Sin embargo,
las siguientes explicaciones distan mucho de impartir una idea clara de la
Teosofía. Webster la define de manera muy original como: "una presunta
relación con Dios y los espíritus superiores, permitiendo, entonces, el alcance
del conocimiento superhumano mediante procesos físicos, véase las
operaciones teúrgicas de algunos antiguos platónicos o los procesos
químicos de los filósofos del fuego alemanes."
Esta es, en pocas palabras,
una explicación insuficiente e impertinente. Atribuir tales ideas a seres como
Ammonius Saccas, Plotino, Jamblico, Porfirio y Proclo, implica una interpretación
errónea intencional o la ignorancia de Webster en lo que concierne a la
filosofía y a los motivos de los genios más grandes de la Escuela alejandrina
más reciente. Al achacar un propósito de desarrollar sus percepciones
psicológicas y espirituales mediante "procesos físicos," a aquellos
que, tanto sus contemporáneos como la posteridad, definieron
"theodidaktoi," instruídos por dios, implica considerarlos unos
materialistas. En lo que concierne al golpe final asestado a los filósofos del
fuego, ésto rebota de ellos para repercutir entre nuestros científicos más
eminentes, aquellos en cuyas bocas el Reverendo James Martineau coloca la
siguiente frase jactanciosa: "todo lo que queremos es la materia, danos
exclusivamente átomos y explicaremos el universo."
La siguiente definición de
Vaughan es mejor y más filosófica: "Un Teósofo es aquel que presenta una
teoría de Dios o de las obras de Dios, destituida de revelación, en cuanto
estriba en una inspiración propia." Según este punto de vista, cada gran
pensador y filósofo, especialmente todo fundador de una nueva religión, escuela
de filosofía o secta es, necesariamente, un Teósofo. Por lo tanto, el binomio
Teosofía y Teósofos existió desde que la primera vislumbre de pensamiento
incipiente indujo al ser humano a buscar, instintivamente, los medios para
expresar sus opiniones independientes.
Los Teósofos anteceden a la
era cristiana, a pesar de que los escritores cristianos atribuyen el desarrollo
del sistema teosófico Ecléctico al primer período del tercer siglo de su Era.
Diógenes Laetius hace remontar la Teosofía a una época anterior a la dinastía
de los Ptolomeos y menciona como su fundador a un Hierofante egipcio llamado
Pot-Amum, patronímico copto que significa un sacerdote consagrado a Amun, el
dios de la Sabiduría. Sin embargo, la historia muestra que, Ammonius Saccas, el
fundador de la escuela neoplatónica, fue el revividor de la Teosofía.
El y sus discípulos se denominaron "Philalethian," amantes de la verdad, mientras otros los llamaban "Analogistas," debido a su método interpretativo empleado en todas las leyendas sagradas, los mitos y los misterios simbólicos, el cual se basaba en la analogía y la correspondencia. Por lo tanto, los eventos ocurridos en el mundo externo los consideraban como la expresión de las operaciones y de las experiencias del alma humana. Ammonius se proponía reconciliar todas las sectas, la gente y las naciones bajo una fe común: una creencia en un Poder Supremo, Eterno, Incognoscible e Innominado, que gobernaba el Universo por medio de leyes inmutables y eternas.
Su objetivo consistía en probar un sistema teosófico primitivo que, en sus albores, era esencialmente similar en todos los países, inducir a cada ser a abandonar sus altercados y disputas, uniéndose en propósito y pensamiento como los niños de una misma madre y purificar las antiguas religiones, paulatinamente corrompidas y opacadas por la escoria del elemento humano, ensamblándolas y explicándolas recurriendo a principios puramente filosóficos. Por lo tanto, en la Escuela Teosófica Ecléctica, se enseñaban los sistemas buddhistas, vedánticos, de los magos o zoroastrianos, en concomitancia con todas las filosofías griegas, razón por la cual entre los antiguos teósofos alejandrinos se denotan las características, preeminentemente buddhistas e hindúes, del respeto hacia los padres y los ancianos, un cariño fraterno para toda la raza humana y aún un sentimiento compasivo en favor de todos los animales.
Ammonius, mientras trataba de establecer un sistema de disciplina moral que infundiera en la gente el deber de vivir conforme a las leyes de sus respectivos países, fomentando sus mentes mediante la búsqueda y la contemplación de la Verdad Absoluta única, su objetivo principal, que según creía, hubiera facilitado el alcance de los demás, consistía en educir, de las varias enseñanzas religiosas, como de un instrumento multicuerda, una completa armonía melodiosa que resonara en cada corazón amante de la verdad.
El y sus discípulos se denominaron "Philalethian," amantes de la verdad, mientras otros los llamaban "Analogistas," debido a su método interpretativo empleado en todas las leyendas sagradas, los mitos y los misterios simbólicos, el cual se basaba en la analogía y la correspondencia. Por lo tanto, los eventos ocurridos en el mundo externo los consideraban como la expresión de las operaciones y de las experiencias del alma humana. Ammonius se proponía reconciliar todas las sectas, la gente y las naciones bajo una fe común: una creencia en un Poder Supremo, Eterno, Incognoscible e Innominado, que gobernaba el Universo por medio de leyes inmutables y eternas.
Su objetivo consistía en probar un sistema teosófico primitivo que, en sus albores, era esencialmente similar en todos los países, inducir a cada ser a abandonar sus altercados y disputas, uniéndose en propósito y pensamiento como los niños de una misma madre y purificar las antiguas religiones, paulatinamente corrompidas y opacadas por la escoria del elemento humano, ensamblándolas y explicándolas recurriendo a principios puramente filosóficos. Por lo tanto, en la Escuela Teosófica Ecléctica, se enseñaban los sistemas buddhistas, vedánticos, de los magos o zoroastrianos, en concomitancia con todas las filosofías griegas, razón por la cual entre los antiguos teósofos alejandrinos se denotan las características, preeminentemente buddhistas e hindúes, del respeto hacia los padres y los ancianos, un cariño fraterno para toda la raza humana y aún un sentimiento compasivo en favor de todos los animales.
Ammonius, mientras trataba de establecer un sistema de disciplina moral que infundiera en la gente el deber de vivir conforme a las leyes de sus respectivos países, fomentando sus mentes mediante la búsqueda y la contemplación de la Verdad Absoluta única, su objetivo principal, que según creía, hubiera facilitado el alcance de los demás, consistía en educir, de las varias enseñanzas religiosas, como de un instrumento multicuerda, una completa armonía melodiosa que resonara en cada corazón amante de la verdad.
Por lo tanto, la Teosofía es
la arcaica Religión-Sabiduría, la doctrina esotérica un tiempo
familiar en todo país antiguo considerado civil. Según nos muestran todas las
escrituras antiguas, esta "Sabiduría" era una emanación del Principio
divino cuya clara comprensión está representada en nombres como el hindú Buddh,
el babilonio Nebo, el egipcio Thoth, el griego Hermes y también en los
patronímicos de algunas diosas: Metis, Neitha, Atena, la Sophia gnóstica
y finalmente los Vedas, cuyo nombre deriva del verbo "conocer." Todos
los antiguos filósofos orientales y occidentales, los hierofantes egipcios, los
rishis de Aryavarta y los theodidaktoi griegos incluían, bajo esta designación,
el conocimiento completo de las cosas ocultas y esencialmente divinas. Al Mercavah
de los Rabinos judíos, las series seculares y populares, se le designaba
simplemente como el vehículo, el recipiente externo que contenía el
conocimiento esotérico.
Los Magos de Zoroastro recibían su instrucción e iniciación en las cuevas y en las logias secretas de Bactria, los hierofantes egipcios y griegos tenían sus apporrheta o discursos secretos durante los cuales el Mysta llegaba a ser un Epopta: un Vidente.
Los Magos de Zoroastro recibían su instrucción e iniciación en las cuevas y en las logias secretas de Bactria, los hierofantes egipcios y griegos tenían sus apporrheta o discursos secretos durante los cuales el Mysta llegaba a ser un Epopta: un Vidente.
Según la idea central de la
Teosofía Ecléctica: existe una única Esencia Suprema, Desconocida e Incognoscible.
Desde luego: "¿cómo puede uno conocer al conocedor?" pregunta el
Brihadaranyaka Upanishad. Tres aspectos distintos
caracterizaban el sistema de la Teosofía Ecléctica: la teoría de la Esencia
susodicha, la doctrina del alma humana, una emanación de la primera,
compartiendo con ella la misma naturaleza y su teurgia, ciencia que ha
contribuido, en nuestra era de ciencia materialista, a la interpretación tan
errónea de los neoplatónicos.
La teurgia es, esencialmente, el arte de aplicar los poderes divinos humanos a fin de subordinar las fuerzas ciegas de la naturaleza; por lo tanto, sus devotos fueron objeto de burla, tildándolos, en primer lugar, de magos, una distorsión del término "Magh" que significa sabio o erudito. Los escépticos del siglo pasado se hubieran equivocado de manera análoga si hubiesen escarnecido la idea de un fonógrafo o de un telégrafo. Por lo general, los seres ridiculizados y motejados como "infieles" de una generación, se convierten en los sabios y los santos de la siguiente.
La teurgia es, esencialmente, el arte de aplicar los poderes divinos humanos a fin de subordinar las fuerzas ciegas de la naturaleza; por lo tanto, sus devotos fueron objeto de burla, tildándolos, en primer lugar, de magos, una distorsión del término "Magh" que significa sabio o erudito. Los escépticos del siglo pasado se hubieran equivocado de manera análoga si hubiesen escarnecido la idea de un fonógrafo o de un telégrafo. Por lo general, los seres ridiculizados y motejados como "infieles" de una generación, se convierten en los sabios y los santos de la siguiente.
En lo que concierne a la
esencia Divina y a la naturaleza del alma y del espíritu, la creencia de la
Teosofía moderna corresponde a la creencia de la Teosofía de antaño. El Diu
popular de las naciones arianas era idéntico al Iao caldeo, hasta
al Júpiter del romano menos erudito y filosófico, al Jahve de los samaritanos,
al Tiu o "Tiusco" de los nórdicos, al Duw de los bretaños y
a Zeus de los tracios. En lo que atañe a la Esencia Absoluta, el Uno y el todo,
ésta nos conducirá al mismo resultado ya que se acepte, al respecto, la
filosofía pitagórica griega, caldea cabalística o la ariana.
La Mónada Primordial del sistema pitagórico, la cual se retira a la oscuridad y es Oscuridad (para el intelecto humano), constituye el cimiento de todas las cosas; idea ésta que es posible encontrar en los sistemas filosóficos de Leibnitz y Spinoza en su integridad. Por lo tanto, si un teósofo concuerda con cualquiera de los siguientes conceptos, éstos nos pueden conducir a la Teosofía pura y absoluta. Nombraremos la Cábala que, hablando de En-Soph, somete la interrogante: ¿quién puede comprenderlo dado que es informe e Inexistente?" Incluiremos el magnífico himno del Rig Veda (número 129, Libro 10):
La Mónada Primordial del sistema pitagórico, la cual se retira a la oscuridad y es Oscuridad (para el intelecto humano), constituye el cimiento de todas las cosas; idea ésta que es posible encontrar en los sistemas filosóficos de Leibnitz y Spinoza en su integridad. Por lo tanto, si un teósofo concuerda con cualquiera de los siguientes conceptos, éstos nos pueden conducir a la Teosofía pura y absoluta. Nombraremos la Cábala que, hablando de En-Soph, somete la interrogante: ¿quién puede comprenderlo dado que es informe e Inexistente?" Incluiremos el magnífico himno del Rig Veda (número 129, Libro 10):
"¿Quién sabe de donde emergió esta gran creación?
Si su voluntad la creó o se quedó silenciosa.
El lo sabe o tal vez, tampoco El lo sepa."
Mencionaremos la concepción
vedántica de Brahma, cuya representación en los Upanishads es
"sin vida, sin mente, puro" e inconsciente, ya que Brahma es
"Conciencia Absoluta" y, al final, citaremos los Svabhâvikas de Nepal
según los cuales hay únicamente "Svabhâvâta" (substancia o
naturaleza) que existe por sí sola sin ningún creador. Esta es la
Teosofía que instó a hombres como Hegel, Fichte y Spinoza a estudiar las obras
de los antiguos filósofos griegos y a especular sobre la Substancia Unica, la Deidad,
el Todo Divino procedente de la Sabiduría Divina que toda
filosofía moderna o religiosa consideró incomprensible, desconocido e innominado,
excepción hecha por el cristianismo y el mahometismo. Entonces, cada
teósofo, ateniéndose a una teoría de la Deidad “desprovista de revelación y
cuya base es una inspiración propia," puede aceptar cualquiera de las
definiciones anteriores o pertenecer a cualquiera de estas religiones,
permaneciendo en las lindes de la Teosofía, ya que ésta es la creencia en la
Deidad como Todo, la fuente de toda existencia, el infinito que no puede
comprenderse ni conocerse, únicamente el universo Lo revela, mientras
algunos prefieren decir "revela a El," atribuyéndole entonces un
pronombre masculino personal, antropomorfizándolo, lo cual es una blasfemia.
En verdad, la teosofía rehuye la materialización brutal prefiriendo creer que el Espíritu de la Deidad, recogido en sí desde la eternidad, no desea ni crea. Sin embargo, lo que produce todas las cosas visibles e invisibles irradiando de la efulgencia infinita del Gran Centro, es simplemente un Rayo que contiene en sí el poder generador y conceptivo que, a su vez, produce lo que los griegos llamaban Macrocosmos, los cabalistas Tikkun o Adam Karmon, el hombre arquetipo y los arianos Purusha, El Brahm manifestado o el Macho Divino. La teosofía cree también en la Anastasis o existencia permanente y en la transmigración (evolución) o una serie de cambios en el alma,1 abogables y explicables valiéndose de principios filosóficos rigurosos; y sólo distinguiendo entre Paramâtma (alma transcendental suprema) y Jivâtmâ (alma animal o consciente) de los vedantinos.
En verdad, la teosofía rehuye la materialización brutal prefiriendo creer que el Espíritu de la Deidad, recogido en sí desde la eternidad, no desea ni crea. Sin embargo, lo que produce todas las cosas visibles e invisibles irradiando de la efulgencia infinita del Gran Centro, es simplemente un Rayo que contiene en sí el poder generador y conceptivo que, a su vez, produce lo que los griegos llamaban Macrocosmos, los cabalistas Tikkun o Adam Karmon, el hombre arquetipo y los arianos Purusha, El Brahm manifestado o el Macho Divino. La teosofía cree también en la Anastasis o existencia permanente y en la transmigración (evolución) o una serie de cambios en el alma,1 abogables y explicables valiéndose de principios filosóficos rigurosos; y sólo distinguiendo entre Paramâtma (alma transcendental suprema) y Jivâtmâ (alma animal o consciente) de los vedantinos.
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