sábado, 30 de abril de 2016

Sobre la Deidad Oculta, sus Símbolos y Signos



Para tratar del Logos o Deidad Creadora, el “Verbo hecho Carne” de todas las religiones, hay que remontarse hasta su último origen y esencia. En la India es un Proteo con 1.008 nombres y aspectos divinos en cada una de sus transformaciones personales, desde Brahmâ-Purusha, a través de los Siete Rishis Divinos y Diez Prajâpatis (también Rishis) Semidivinos, hasta los Avataras divinos-humanos. El mismo difícil problema del “Uno en los Muchos” y de la Multitud en Uno, se encuentra en otros Panteones; en el egipcio, en el griego y en el caldeo-judaico, habiendo este último aumentado la confusión por la presentación de sus Dioses como euhemerizaciones, en forma de Patriarcas.

Y estos Patriarcas son aceptados actualmente por los que rechazan a Rómulo como un mito, y son representados como Entidades históricas vivientes. Verbum satis sapienti! En el Zohar, Ain-Soph es también el Uno, la Unidad Infinita. Esto era conocido de los muy pocos Padres instruidos de la Iglesia, que sabían que Jehovah no era más que una Potencia de tercer orden y no un Dios “superior”. Pero Ireneo, a la vez que se quejaba amargamente de los gnósticos y decía: “Nuestros herejes sostienen... que el Propatôr sólo es conocido por el Hijo Único concebido (que es Brahmâ), esto es, por la mente (Nous)”, nunca mencionó que los judíos hiciesen lo mismo en sus libros verdaderamente secretos. Valentino, “el doctor más profundamente versado en la Gnosis”, sostenía que había un Aiôn perfecto que existió antes que Bythos (el primer Padre de la insondable Naturaleza, que es el Segundo Logos) llamado Propatôr.

Este Aiôn es el que surge como un rayo de Ain-Soph, el cual no crea; y el que crea, o más bien por medio del cual todo es creado o evoluciona, es el Aiôn. Pues, según enseñaban los basilidianos, “había un Dios Supremo, Abrasax, por quien fue creada la Mente” (Mahat en sánscrito, Nous en griego). “De la Mente procedió el Verbo, el Logos; del Verbo la Providencia (más bien la Luz Divina); luego de ésta, la Virtud y la Sabiduría en los Principados, Poderes, Ángeles, etc.”. Por estos ángeles fueron creados los 365 AEones. “Entre los más inferiores, a la verdad, y entre los que hicieron este mundo, él (Basilides) coloca el último de todos al Dios de los judíos, y niega que sea Dios (y muy acertadamente), afirmando que es uno de los Ángeles”. Aquí encontramos, pues, el mismo sistema que en los Purânas, en donde el Incomprensible destila una semilla que se convierte en el Huevo de Oro, del cual fue producido Brahmâ. Brahmâ produce a Mahat, etc. La verdadera Filosofía Esotérica, sin embargo, no habla ni de “creación “ ni de “evolución”, en el sentido que lo hacen las religiones exotéricas.

Todos estos Poderes personificados no son evoluciones unos de otros, sino otros tantos aspectos de la manifestación una y única del Todo Absoluto. El mismo sistema que el de las Emanaciones gnósticas prevalece en los aspectos Sephiróthicos de Ain-Soph; y como estos aspectos están en el Espacio y el Tiempo, se mantiene cierto orden en sus sucesivas apariencias. Por lo tanto, es imposible dejar de notar los grandes cambios que el Zohar ha sufrido bajo el manejo de generaciones de místicos cristianos. Pues, hasta en la metafísica del Talmud, “la Faz inferior”, el semblante Menor o Microprosopus, no podía ser colocado nunca en el mismo plano de ideales abstractos que el Semblante Mayor o Superior, el Macroprosopus.

Este último es en la Kabalah caldea una pura abstracción, El Verbo, o Logos, o Dabar en hebreo; Verbo que, aunque se convierte de hecho en un número plural o en Verbos, D (a) B (a) R (i) M, cuando se refleja o toma el aspecto de una Hueste de Ángeles o Sephiroth -el “Número”- es, sin embargo, Uno colectivamente y cero, “No-cosa” en el plano ideal. No tiene forma, ni existencia, “ni parecido alguno con ninguna otra cosa” . Y hasta Filón llama al Creador, el Logos que está inmediatamente después de Dios, el “Segundo Dios”, cuando habla del “Segundo Dios, que es su SABIDURÍA (la del Dios más Elevado)” .

 La Deidad no es Dios. Es No-cosa y Tinieblas. No tiene nombre, y por tanto, es llamada Ain-Soph, la palabra “Ayin significando nada” . El “Dios Más elevado”, el Logos no manifestado, es su Hijo. Los sistemas gnósticos que han llegado a nosotros, mutilados como están por los Padres de la Iglesia, no son otra cosa que meros cascarones adulterados, de las especulaciones originales. Ni además han estado éstas a disposición del público o del lector en ningún tiempo; pues si su significado oculto o esotérico hubiese sido revelado, hubiera dejado de ser una enseñanza esotérica, y esto no podía ser. Marcos, el jefe de los marcosianos, que floreció a mediados del segundo siglo, y que enseñaba que la Deidad tenía que ser considerada bajo el símbolo de cuatro sílabas, dio más de las verdades esotéricas que ningún otro gnóstico. Pero ni aun él fue nunca bien comprendido. Pues sólo en la superficie o letra muerta de su Revelación es donde aparece que Dios es un Cuaternario, a saber:

“El Inefable, el Silencio el Padre y la Verdad”; lo cual, en realidad, es completamente erróneo, y sólo divulga un enigma esotérico más. Esta enseñanza de Marcos fue la de los primeros kabalistas y la nuestra. Pues él hace de la Deidad el Número 30, en cuatro sílabas, lo que traducido esotéricamente, significa una Tríada o Triángulo y un Cuaternario o un Cuadrado, siete en total, lo cual, en el plano inferior, constituía las siete Letras divinas o secretas de que está compuesto el nombre de Dios. Esto necesita demostración. En su Revelación, al hablar de los misterios divinos expresados por medio de letras y números, Marcos refiere cómo la “Tétrada Suprema descendió” a él “de la región que no puede ser vista ni nombrada, en forma femenina, porque el mundo no hubiera podido sufrir su aparición bajo la figura masculina”, y le reveló “la generación del Universo, que no se había dicho antes ni a los Dioses ni a los hombres”.

 La primera frase contiene ya un doble significado. ¿Por qué había de sufrirse más fácilmente o ser más atendida por el mundo una figura femenina que una masculina? Esto parece una necedad; pero es muy sencillo y claro para el que conoce el Lenguaje del Misterio. La filosofía Esotérica o Sabiduría Secreta estaba simbolizada por una figura femenina, mientras que una masculina era el símbolo del Misterio sin velo. De aquí que, no estando el mundo preparado para recibirlo, no podía soportarlo, y la Revelación de Marcos tenía que ser dada alegóricamente.

Así es que escribe: Cuando en un principio su Padre (sc. de la Tetrada)... el Inconcebible, el Sin Existencia y Sin Sexo (el Ain-Soph kabalístico) deseó que Su Inefable (el Primer Logos o AEon) naciese, y que Su Invisible se revistiese de forma, su boca se abrió y pronunció la Palabra semejante a Él mismo. Esta Palabra (Logos) permaneciendo cerca, le demostró lo que era, manifestándose en la forma del Uno Invisible. Ahora bien; la pronunciación del Nombre (Inefable) (por medio de la Palabra) tuvo lugar en esta forma. Él (el Supremo Logos) pronunció la primera Palabra de su Nombre... que era una combinación (sílaba) de cuatro elementos (letras). Luego fue añadida la segunda combinación, también de cuatro elementos. Después la tercera, compuesta de diez elementos, y seguida de ésta fue pronunciada la cuarta, que contiene doce elementos. Así pues, la pronunciación de todo el nombre consiste en treinta elementos y en cuatro combinaciones.

Cada elemento tiene sus letras propias, su carácter y pronunciación, agrupación y semejanza peculiares; pero ninguno de ellos percibe la forma de aquello de que es el elemento, ni comprende la pronunciación de su vecino; pero el sonido que cada uno produce, pronuncia todo (lo que puede) lo que piensa que es bueno llamar al todo... Y estos sonidos son los que manifiestan en la forma al AEon Sin Existencia e Ingenerable, y éstas son las formas que se llaman los Ángeles, que perpetuamente contemplan la Faz del Padre  (el Logos, el “Segundo Dios”, que permanece próximo a Dios el “Inconcebible”, según Filón).

 Esto es tan claro como podía serlo el antiguo secreto esotérico. Es tan kabalístico, pero menos velado que el Zohar, en el cual los nombres místicos o atributos son también de cuatro sílabas, teniendo palabras de doce, de cuarenta y dos y hasta de setenta y dos sílabas! La Tétrada muestra a Marcos la Verdad en la forma de una mujer desnuda, y deletrea todos los miembros de la figura llamando a la cabeza A , al cuello B , a los hombros y manos I’ y X, etc. En esto se reconoce fácilmente a Sephira; siendo la cabeza o Corona, Kether, numerada 1; el cerebro o Chochmah, 2; el Corazón o Inteligencia, Binah, 3; y los otros siete Sephiroth representando los miembros del cuerpo.

El Árbol Sephirothal es el Universo, y Adam Kadmon lo personifica en Occidente, así como Brahmâ lo representa en la India. En todo ello, los Diez Sephiroth están representados como divididos en los Tres superiores o la Tríada espiritual, y el Septenario inferior. Al verdadero significado esotérico del número sagrado Siete, aunque hábilmente velado en el Zohar, le hace, sin embargo, traición el doble modo de escribir el término, “en el Principio” o Berasheeth, y Be-raishath, siendo este último la “Sabiduría Elevada o Superior”. Como se ha demostrado por S. L. MacGregor Mathers  e Issac Myer, quienes se hallan sostenidos por las opiniones antiguas más autorizadas, estas palabras tienen un significado doble y secreto. Braisheeth barah Elohim significa que los seis, sobre los cuales está el séptimo Sephira, pertenecen a la clase material inferior, o como dice el autor: “Siete... son aplicados a la creación Inferior, y Tres al Hombre Espiritual, el Prototipo Celeste o Primer Adán”.

 Cuando los teósofos y ocultistas dicen que Dios no es ningún Ser, porque es Nada, No-cosa, son más reverentes y más religiosamente respetuosos con la Deidad que los que llaman a Dios Él, y lo convierten de este modo en un Varón gigantesco. El que estudie la Kabalah encontrará pronto la misma idea en el pensamiento último de sus autores, los primeros y grandes Iniciados hebreos que obtuvieron esta Sabiduría Secreta en Babilonia, de los Hierofantes caldeos, así como Moisés obtuvo la suya en Egipto. El sistema del Zohar no puede ser juzgado por sus traducciones posteriores en latín y otras lenguas, porque todas sus ideas fueron suavizadas y arregladas a la conveniencia y sistema particular de sus manipuladores cristianos; pues sus ideas originales son idénticas a las de todos los demás sistemas religiosos.

Las diferentes cosmogonías muestran que el Alma Universal era considerada por todas las naciones arcaicas, como la Mente del Creador Demiurgo; y que era llamada la Madre, Sophía, o la Sabiduría femenina, por los gnósticos; era Sephira para los judíos y Saraswati o Vâch para los indos; siendo también el Espíritu Santo un Principio femenino. De aquí que el Kurios o Logos, nacido de ella, fuese para los griegos el Dios, la Mente (Nous). “Ahora bien; Koros (Kurios)... significa la naturaleza pura y sin mezcla de la Inteligencia-Sabiduría” -dice Platón en Cratylus; y Kurios es Mercurio (Mercurius, Mar-Kurios), la Sabiduría Divina, y “Mercurio es Sol” (el Sol), de quien Toth-Hermes recibió esta Sabuiduría Divina. Así, mientras los Logos de todos los países y religiones son correlativos, en sus aspectos sexuales, con el Alma femenina del Mundo o el Gran Abismo, la Deidad de la cual estos Dos en Uno derivan su ser, está siempre oculta y es llamada el Uno Oculto, relacionado sólo indirectamente con la Creación” ; pues no puede actuar sino por medio de la Fuerza Dual que emana de la Esencia Eterna.

Hasta AEsculapius, llamado el “Salvador de todo”, es idéntico, según los antiguos clásicos, el Ptah egipcio, la Inteligencia Creativa o Sabiduría Divina, y a Apolo, Baal, Adonis y Hércules; y Ptah es, en uno de sus aspectos, el Anima Mundi Univeral de Platón, el Espíritu Divino de los egipcios, el “Espíritu Santo” de los primeros cristianos y gnósticos, y el Âkâsha de los indos, y, hasta en su aspecto inferior, la Luz Astral.

Pues Ptah era originalmente el Dios de los Muertos, aquel en cuyo seno eran estos recibidos; de aquí el Limbo de los cristianos griegos, o la Luz Astral. Mucho más tarde es cuando Ptah fue clasificado entre los Dioses del Sol; pues su nombre significa “aquel que abre”, y se le muestra como el primero que quita el velo del rostro de la momia, para llamar el alma a la vida en su seno. A Kneph, el Eterno No Revelado, se le representa por la serpiente emblema de la eternidad, cercando una vasija de agua, con su cabeza suspendida sobre las “Aguas” a las que incuba con su aliento: otra forma de la misma idea de las “Tinieblas”, con su Rayo moviéndose en las Aguas, etc.

Como Logos-Alma, esta permutación es llamada Ptah; como Logos-Creador, se convierte en Imhotep, su Hijo, “el Dios de rostro hermoso”. En sus caracteres primitivos, estos dos fueron la primera Dualidad Cósmica: Nut, el Espacio o “Firmamento”, y Num, las “Aguas Primordiales”, la Unidad Andrógina, sobre la cual estaba el Aliento Oculto de Kneph. Y a todos ellos les eran consagrados los animales y plantas acuáticas, el ibis, el cisne, el ganso, el cocodrilo y el loto. Volviendo a la Deidad kabalística, esta Unidad Oculta es, pues, Ain-Soph, Sin Fin, Ilimitado, no Existente (...), en tanto que el Absoluto esté dentro de Oulom, el Tiempo Ilimitado y sin fin; como tal, Ain Soph no puede ser el Creador ni siquiera el modelador del Universo, ni tampoco Aur (La Lux).

Por lo tanto, Ain-Soph es también las tinieblas. Lo infinito inmutable y lo Ilimitado absoluto, no puede querer, pensar, ni actuar. Para hacer esto, tiene que convertirse en Finito, y lo verifica por medio de su Rayo, penetrando en el Huevo del Mundo o Espacio Infinito, y emanando de él como Dios Finito. Pero esto queda para el Rayo latente en el Uno. Cuando llega el período, la Voluntad Absoluta dilata naturalmente la Fuerza dentro de sí, de conformidad con la Ley, de la cual es la Esencia interna y última. Los hebreos no adoptaron el Huevo como símbolo, pero lo substituyeron con los “Cielos Duplicados”; pues traducida correctamente la sentencia, “Dios hizo los cielos y la tierra” diría: “Dentro y fuera de su propia esencia, creó Dios a los dos cielos, como una Matriz (el Huevo del Mundo)”.

Los Cristianos eligieron, sin embargo, como símbolo de su Espíritu Santo, a la paloma, el ave, no el huevo. Cualquiera que llegue a conocer el Hud, la Mercabah y el Lagash (discurso secreto o encantamiento), aprenderá el secreto de los secretos”. Lahgash es casi idéntico en su significado a Vâch, el poder oculto de los Mantras. Cuando llega el período de actividad, Sephira, el Poder activo, llamado el Punto Primordial y la Corona, Kether, surge de dentro de la Esencia Eterna de Ain-Soph. Sólo por medio de ella, podía la “Sabiduría Ilimitada” dar una Forma Concreta al Pensamiento Abstracto.

Dos lados del Triángulo Superior, el lado derecho y la base, que simbolizan la Esencia Inefable y su cuerpo manifestado el Universo, están compuestos de líneas no interrumpidas; el tercero, el lado izquierdo, está tildado. Por medio de este último emerge Sephira. Extendiéndose en todas direcciones, circuye finalmente todo el Triángulo. En esta emanación se forma la triple Tríada. Del Rocío invisible que cae de la Uni-tríada, la “Cabeza” -dejando así tan sólo 7 Sephiroth-, Sephira crea las Aguas Primordiales, o en otras palabras, el Caos toma forma. Es el primer paso hacia la solidificación del Espíritu, el cual, por medio de diferentes modificaciones, produce la Tierra. “Son necesarias Agua y Tierra para hacer un Alma Viviente”, dice Moisés. Se requiere la imagen de un ave acuática para relacionarla con el Agua, el elemento femenino de la procreación, con el huevo y el ave que lo fecunda.

 Cuando Sephira surge como un poder activo de dentro de la Deidad Latente, es femenino; cuando asume el cargo de Creador, se convierte en masculino; de aquí que sea andrógina. Es el “Padre y Madre Aditi” de la Cosmogonía inda y de la Doctrina Secreta. Si los pergaminos hebreos más antiguos hubiesen sido preservados, los que hoy rinden culto a Jehovah, verían que los símbolos del “Dios Creador” eran muchos y groseros. La rana en la luna, símbolo de su carácter generativo, era el más frecuente. Todas las aves y animales, llamados ahora en la Biblia “inmundos”, han sido símbolos de la Deidad en los tiempos antiguos. Siendo demasiado sagrados, se les puso esta máscara de inmundos para que no fuesen destruidos. La serpiente de bronce no es nada más poética que el ganso o el cisne, si es que los símbolos deben aceptarse a la letra. Según las palabras del Zohar:

 El Punto Indivisible, que no tiene límites y que no puede ser comprendido a causa de su pureza y brillantez, se extendió desde afuera, produciendo un resplandor que le servía de Velo; sin embargo, (a este último) tampoco se le podía mirar a causa de su Luz inconmensurable. También se extendía desde afuera, y esta expansión constituía su Vestidura. De este modo, por medio de una palpitación (movimiento) constante, el mundo fue finalmente originado. La Substancia Espiritual lanzada por la Luz Infinita es la Primera Sephira o Shekinah. Sephira contiene, exotéricamente, todos los otros nueve Sephiroth en ella; esotéricamente, sólo contiene dos, Chokmah o Sabiduría, “potencia masculina activa, cuyo nombre divino es Jah (...)” y Binah o Inteligencia, potencia femenina pasiva, representada por el nombre divino de Jehovah (...), cuyas dos potencias forman con Sephira la tercera, la Trinidad judía o la Corona, Kether. Estos dos Sephiroth, llamados Abba, Padre, y Amona, Madre, son la Dualidad o el Logos de doble sexo, del cual salieron los otros siete Sephiroth. De igual modo, la primera Tríada judía, Sephira, Chokmah y Binah, es la Trimûrti inda. Aunque velados hasta en el Zohar, y más todavía en el Panteón exotérico de la India, todos los particulares relacionados con uno, se encuentran en el otro. Los Prajâpati son los Sephiroth. Siendo diez en Brahmâ, quedan reducidos a siete cuando la Trimûrti, o la Tríada kabalística, se separan del resto.

Los siete Constructores o “Creadores” se convierten en los siete Prajâpati, o los siete Rishis, en el mismo orden en que los Sephiroth se convierten en los Creadores, luego en los Patriarcas, etc. En ambos Sistemas Secretos, la Esencia Una Universal es incomprensible e inactiva en su Absolutividad, y sólo de un modo indirecto puede ser relacionada con la Construcción del Universo. En ambos, el Principio primitivo Masculino-Femenino, o Andrógino, y sus diez y sus siete Emanaciones -Brahmâ-Virâj y Aditi-Vâch de una parte, y los Elohim.-Jehovah o Adam-Adami (Adam Kadmon) y Sephira-Eva de la otra, con sus Prajâpati y Sephiroth- representan en su totalidad, en primer término, al Hombre Arquetipo, el Protologos; y sólo en su aspecto secundario se convierten en poderes cósmicos, y en cuerpos astronómicos o siderales. Si Aditi es la madre de los Dioses, Deva-Mâtri, Eva es la madre de todo lo que vive; ambas son el Shakti o Poder Generador, en su aspecto femenino, del Hombre Celeste, y los dos son creadores compuestos.

Un Guptâ Vidyâ Sûtra, dice: En el principio, un Rayo, saliendo de Paramârthika (la Existencia Verdadera, una y única), se hizo manifiesto en Vyâvahârika (Existencia Convencional), que fue usada como un Vâhana para descender a la Madre Universal, y hacerla dilatar (henchirse). Y en el Zohar se declara: La Unidad Infinita, informe y sin semejanza, después que fue creada la Forma del Hombre Celeste, usó de ella. La Luz Desconocida  (Tinieblas) usó la Forma Celeste (... ..., Adam Oilah) como un Carro (... Mercaba) para descender por su medio, y deseó ser llamado por esta Forma, que es el nombre sagrado de Jehovah. Y como dice también el Zohar: En el principio, la Voluntad del rey fue anterior a toda otra existencia... Ella (la Voluntad) dibujó las formas de todas las cosas que habían estado ocultas, pero que ahora se presentaban a la vista. Y salió de la cabeza de Ain-Soph, como un secreto sellado, una chispa nebulosa de materia, sin contornos ni forma... La Vida es atraída de abajo, y de arriba se renueva la fuente; el mar siempre está lleno y extiende sus aguas por todas partes.

 De este modo la Deidad es comparada a un mar sin orillas, al Agua, que es “la fuente de la vida”. “El séptimo palacio, la fuente de la vida, es el primero en el orden desde arriba”. De aquí el principio kabalístico puesto en los labios del kabalístico Salomón, quien dice en los Proverbios: “La Sabiduría ha edificado su casa: ha tallado sus siete pilares”. ¿De dónde proviene, pues, toda esta identidad de ideas, si no hubo una Revelación Universal primordial? Los pocos puntos señalados son como unas cuantas pajas en un montón de heno, en comparación de lo que se descubrirá en la continuación de esta obra. Si nos volvemos a la más obscura de todas las cosmogonías, la china, hasta en ella encontraremos la misma idea. Tsitsai, el Existente por Sí Mismo, es Tinieblas Desconocidas, la Raíz del Wuliang-sheu; la Edad Ilimitada; Amitâbha y Tien, el Cielo, vienen después.

El “Gran Extremo”, de Confucio, da la misma idea, a pesar de sus “inconsistencias”. Estas últimas son causa de gran diversión para los misioneros, quienes se ríen de todas las religiones “paganas”, desprecian y odian las de sus hermanos cristianos de otras denominaciones, y sin embargo, todos aceptan, al pie de la letra, su propio Génesis. Si consideramos la Cosmogonía caldea, encontramos en ella a Anu, la Deidad Oculta, el Uno, cuyo nombre, además, muestra su origen sánscrito, pues Anu significa Átomo en sánscrito, y Anîyâmsam-aniyasâm (el más pequeño de los pequeños) es un nombre de Parabrahman en la filosofía vedantina, en la cual Parabrahman está descrito como más pequeño que el átomo más diminuto, y mayor que la más grande esfera o universo: Anagrânîyas y Mahatoruvat.

En los primeros versículos del Génesis accadiano, como se ha encontrado en los textos cuneiformes de los ladrillos babilónicos o Lateres Coctiles, y según ha sido traducido por George Smith, vemos a Anu, la Deidad Pasiva o Ain-Soph; Bel el Creador, el Espíritu de Dios o Sephira, moviéndose sobre la Faz de las Aguas, y por tanto, el Agua misma; y a Hea, el Alma Universal o la Sabiduría de los Tres combinados. Los primeros ocho versículos se expresan de este modo:

1. Cuando arriba no se habían elevado los cielos;
2. y abajo en la tierra no había crecido planta alguna;
3. el abismo no había traspasado sus límites.
4. El Caos (o Agua) Tiamat (el Mar), era la madre productora de todos ellos. (Ésta es el Aditi y Sephira Cósmicos).
5. Estas aguas fueron al principio ordenadas; pero 
6. ni un árbol había crecido, ni una flor se había abierto.
7. Cuando los Dioses no habían surgido, ninguno de ellos;
8. ninguna planta había crecido, y el orden no existía.

 Éste era el período caótico o antegenésico, el doble Cisne, y el Cisne Negro que se vuelve blanco, cuando se crea la Luz. El símbolo elegido para el majestuoso ideal del Universal Principio parecerá poco a propósito para responder a su carácter sagrado. Un ganso, y aun un cisne, puede parecer sin duda fuera de lugar, para representar la grandeza del espíritu. Sin embargo, ha debido tener algún profundo y oculto significado, puesto que figura no sólo en todas las cosmogonías y religiones del mundo, sino que hasta fue elegido por los cristianos de la Edad Media, los cruzados, como Vehículo del Espíritu Santo, que se supuso conducía el ejército a Palestina, para arrancar la tumba del Salvador de las manos de los sarracenos.

Si hemos de dar crédito a la declaración del profesor Draper en su Intelectual Development of Europe, los cruzados conducidos por Pedro el Ermitaño eran precedidos, a la cabeza del ejército, por el Espíritu Santo bajo la forma de un ánsar blanco en compañía de una cabra. Seb, el Dios del Tiempo egipcio, lleva un ganso sobre la cabeza: Júpiter toma la forma de un cisne, y lo mismo Brahmâ; y el fundamento de todo esto es aquel misterio de los misterios, el Huevo del Mundo. Hay que aprender la razón de un símbolo antes de despreciarlo.

El elemento doble de Aire y Agua, es el del ibis, el del cisne, el del ganso y el del pelícano, el del cocodrilo y el de la rana, el de las flores del loto y el de los lirios de agua, etc.; y el resultado es la elección de los símbolos más impropios, tanto por los místicos modernos como por los antiguos. Pan, el gran Dios de la Naturaleza, era generalmente representado en compañía de aves acuáticas, especialmente de gansos, y lo mismo sucedía con otros Dioses. Si más tarde, con la degeneración gradual de la religión, los Dioses a quienes se consagraban gansos se convirtieron en deidades priápeas, no es una razón para que las aves acuáticas fuesen inviolables para Pan y otras deidades fálicas, como lo han querido interpretar algunos burlones hasta de la antigüedad, sino que el poder abstracto y divino de la Naturaleza Procreadora se había antropomorfizado groseramente. Ni tampoco muestra el cisne de Leda “hechos priápeos y los goces de ella con los mismos”, como lo expresa castamente Mr. Hargrave Jennings; pues este mito no es sino otra versión de la misma idea filosófica de la Cosmogonía.

Los cisnes se hallan con frecuencia asociados con Apolo, por ser los emblemas del Agua y del Fuego, y también de la Luz del Sol, antes de la separación de los Elementos. Nuestros modernos simbologistas podrían aprovecharse de algunas observaciones hechas por una escritora muy conocida, Mrs. Lydia María Child, que dice: Desde tiempo inmemorial se ha rendido culto en el Indostán a un emblema como tipo de la creación, u origen de la vida... Shiva, o el Mahâdeva, no sólo es el reproductor de las formas humanas, sino también el principio fructificador, el poder generador que compenetra al Universo. El emblema maternal es igualmente un distintivo religioso. Esta reverencia a la producción de la vida introdujo en el Culto de Osiris los emblemas sexuales. ¿Es de extrañar que considerasen reverentemente el gran misterio del nacimiento humano? ¿Eran ellos impuros por considerarlo de tal modo, o lo somos nosotros por no considerarlo así? Pero ningún hombre pensador y puro podría juzgarlos de tal modo... Hemos andado mucho, e impuros han sido los senderos, desde que aquellos antiguos anacoretas hablaron por primera vez de Dios en las solemnes profundidades de sus primitivos santuarios.

No nos sonriamos de su modo de buscar la causa incomprensible e infinita por medio de todos los misterios de la Naturaleza, pues al hacerlo así arrojaríamos la sombra de nuestra grosería sobre su patriarcal sencillez.

H.P.B T II D.S

1 comentario:

  1. Muy ilustrativo e interesante el documento, pero muy difícil de entender por parte de quienes no somos expertos y conocedores de todos estos términos por la cantidad de símbolos, signos, religiones, analogías, alegorías y deidades que contiene.

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